Si decimos que la OTAN es el brazo armado
de las grandes corporaciones occidentales, en paralelo debemos añadir que las
grandes agencias de noticias y medios corporativos occidentales, así como
muchas de las ONGs más reconocidas, son instrumentos de difusión de la propaganda
de guerra que utiliza el poder económico para ejecutar
sus guerras sin que las sociedades occidentales opongan la
menor resistencia hacia ellas o incluso las apoyen. Esta propaganda
de guerra ha estado presente siempre en nuestras sociedades y
en prácticamente todos los conflictos bélicos desde la Primera Guerra
Mundial hasta nuestros días.
La actual guerra de invasión contra
Siria iniciada en 2011 por parte de Occidente utilizando a decenas de grupos
terroristas para derrocar al legítimo presidente Al Assad y destruir el
Estado y los valores que representa la República Árabe Siria en Medio
Oriente, va acompañada de los mismos protocolos de manipulación de
masas de otras guerras imperialistas anteriores, como ya ocurrió en Libia
en 2011 o anteriormente en Yugoslavia (1991-1999), entre otras muchas.
Hoy en día, para alcanzar ese consenso
social en torno a la necesidad de una "intervención
humanitaria" por parte de la OTAN, se hace imprescindible el
papel que ejercen diversas "organizaciones humanitarias" o
defensoras de los "Derechos Humanos" que basándose en su
supuesta "imparcialidad" e "independencia" ajustan su
relato de los hechos al discurso oficial de sus patrocinadores políticos y
económicos. Es decir, que salvo algunas excepciones que sirven a su vez para
darles un mayor barniz de credibilidad frente a la opinión pública, éstas
ONGs siempre están del lado de los intereses de quienes las financian y les dan
publicidad, las grandes corporaciones y gobiernos occidentales.
Quizás el caso más conocido entre
estas supuestas "organizaciones humanitarias" y del que más se
ha escrito en algunos medios alternativos es el denominado Observatorio
Sirio de Derechos Humanos, una de las
fuentes más citadas por las agencias y grandes medios de comunicación
a la hora de informar sobre Siria. Recordemos, para quienes todavía no lo
sepan, que este supuesto organismo independiente se creó en 2006 y tiene su
única base de operaciones en la ciudad británica de Coventry, a 138
kilometros de Londres y a 4.700 kilómetros de distancia de Damasco.
Está integrado y dirigido por una sola persona conocida
como Rami Abdul Rahman, aunque su verdadero nombre es Ossama Suleiman, un
opositor sirio que estuvo en la cárcel en varias ocasiones y que salió de Siria
en el año 2.000. Está demostrado que este personaje despachaba
habitualmente con el exministro de Asuntos Exteriores británico Willian
Hague y con altos funcionarios del gobierno de Reino Unido y la Commonwealth
Office ejerciendo como representante de la oposición siria [1]. ¿Una
"organización" compuesta por una sola persona? ¿Puede
ser objetiva e imparcial su información teniendo en cuenta lo
expuesto anteriormente? Es evidente que no, sin embargo en citada de forma
masiva en casi todas la noticias que se publican en los grandes medios sobre
Siria.
Como tampoco lo es la información que
aporta Médicos sin Fronteras, otra de las organizaciones
humanitarias más reconocidas y respetadas por los ciudadanos occidentales
y cuyos informes y datos son utilizados a menudo como fuente por los
grandes medios corporativos. Esta organización tiene un amplio currículum
de apoyo a los intereses de las grandes corporaciones y gobiernos occidentales
en diferentes países. Su propio fundador Bernard Kouchner hizo campaña ante los
organismos internacionales en defensa del principio de "intervención
humanitaria", todavía vigente a día de hoy, también en Siria, donde MSF
apoya una intervención humanitaria de la OTAN en contra del "régimen
de Al Assad", como antes la apoyaron en Libia, un país próspero hoy
destruido por el terrorismo. Para ello no dudan en mentir y acusar sin pruebas,
como hicieron cuando acusaron al gobierno sirio de utilizar armas químicas
contra civiles en la Gouta en agosto de 2013, o en ejercer como "batallón
médico" de los terroristas yihadistas a los que atienden en diferentes
hospitales y centros médicos [2].
Lo mismo podemos decir de otras
ONGs como Amnistía Internacional [3], Human Rights Watch [4], la
Sociedad Civil Siria, The Syrian Compagne [5], Avaaz [6], y un largo
etcétera de organizaciones y fundaciones todas ellas patrocinadas por el
poder económico occidental al que sirven fielmente en colaboración con los
grandes medios de comunicación. Como por ejemplo los llamados Cascos
Blancos, una organización que recibe múltiples premios internacionales y
estuvo incluso nominada al Premio Nobel de la Paz. Esta respetada
"ONG" está financiada, entre otros, por la fundación Open
Society de George Soros y dirigida por los gobiernos de EE.UU. y
Reino Unido [7]. Forma parte del grupo terrorista Frente al Nusra (rama de
Al Qaeda en Siria) y trabaja en colaboración con el citado anteriormente
Observatorio Sirio de los Derechos Humanos. Son famosos por sus montajes
fotográficos y sus vídeos manipulados que son ampliamente difundidos por las
redes sociales y los canales de televisión de los grandes medios corporativos.
Su líder principal y cara más visible es Raed Saleh, a quien EE.UU. prohibió su
entrada en el país por ser considerado una "amenaza para la seguridad
nacional" y fue devuelto a Turquía. [recomiendo ver el magnífico vídeo que
adjunto más abajo:¿Los Cascos Blancos una ONG o Al Qaeda tras un lavado de
cara?]
De nuevo queda al descubierto el doble
rasero y la hipocresía de EE.UU-OTAN: los llamados "rebeldes" y
"luchadores por la libertad" en Siria son
considerados terroristas cuando actúan en los países occidentales que los
patrocinan.
Según una investigación realizada por Rick Sterling, los Cascos Blancos
fueron inicialmente apodados Defensa Civil Siria. El grupo fue creado por el
Reino Unido y EE.UU. en 2013. “Civiles del territorio controlado por los
rebeldes, eran pagados para ir a Turquía a recibir algún tipo de formación en
operaciones de rescate. El programa fue dirigido por James Le Mesurier, un ex
soldado británico y contratista privado cuya empresa tiene su sede en Dubai”,
escribe Sterling.[8]
Existe ya mucha literatura sobre las
manipulaciones cometidas por estas organizaciones a la hora de publicar sus
informes y sobre las conexiones y vínculos que éstas
mantienen con el poder económico occidental.
Las ONGs, como los misioneros, se utilizan para penetrar en una zona y
preparar las condiciones favorables para la Agroindustria, fábricas donde se
explota a los obreros, minas para la obtención de recursos y lugares de
esparcimiento para los turistas. Mientras que hoy en día la acción militar se
camufla bajo una intervención humanitaria, el carácter aparentemente
humanitario de las ONGs parece estar justificado. Pero es esencial aplicar el
mismo criterio tanto a las intervenciones de las ONGs como a las mismas
intervenciones militares. (...) Haití es el ejemplo más extremo de las
complicidad de las ONGs con la agresión imperialista. Conocida por muchos
haitianos como la República de las ONGs, ya había 10.000ONGs antes de que
el país sufriese el terremoto de 2010, más ONGs per cápita que cualquier otro
lugar del mundo. El 99% de la ayuda para las víctimas del terremoto fue
canalizado a través de las Organizaciones no Gubernamentales y otros
organismos, que actuaron como bandidos, embolsándose la mayor parte del
dinero que la gente había donando de buena fe con la expectativa de que en
realidad iba a servir para ayudar a las comunidades devastadas por la
catástrofe. [9]
Pero a pesar de todas las evidencias
existentes toda esta información es ocultada y censurada por los grandes medios
corporativos que ejercen de altavoces y difusores de dichos informes
"humanitarios". Digamos que todos ellos - medios de comunicación,
fundaciones y organizaciones humanitarias, centros de estudios, universidades
privadas, gobiernos neoliberales de la OTAN... - forman parte de la misma
maquinaria corporativa y trabajan conjuntamente para moldear la opinión de
los ciudadanos occidentales. El resultado es que éstas organizaciones
"sin ánimo de lucro" gozan de tal grado de credibilidad y prestigio
social que los ciudadanos creen y aceptan su información de manera
totalmente automática y acrítica. Nadie cuestiona su información, sus
fuentes, nadie se hace preguntas. Lo dicho por estas organizaciones es
considerado como una verdad absoluta e irrefutable que nadie osa
cuestionar, y quien lo hace es considerado como un iluminado o un teórico de la
conspiración al que hay que censurar y aislar mediáticamente. En esa
"credibilidad social absoluta" reside su peligro como arma de
propaganda de guerra al servicio del poder económico.
La escalada terrorista ocurrida en las
últimas semanas en la provincia de Alepo volvió a evidenciar el sesgo y la
desvergüenza con la actúan este tipo de agentes políticos
"humanitarios". Desde los grandes medios se repitieron de nuevo las
acusaciones contra el gobierno sirio y sus aliados, Rusia principalmente, de
estar detrás de los bombardeos contra la población civil en Alepo, incluidos ataques
a varios hospitales. Ahora sabemos que algunos de los hospitales que
supuestamente habían sido bombardeados por Siria y Rusia no existen como
tal y no figuran en ningún registro oficial. Otros como el de Al Quds, cuya
imagen fue ampliamente difundida y utilizada para acusar al gobierno sirio,
ya aparecía destruido hace 7 meses como puede comprobarse en las imágenes
de satélite presentadas por Rusia [10]. Incluso el médico Nabil
Antaki, que trabaja en un hospital en Alepo, afirma que hacía
años que ese edificio no funcionaba como un hospital público ni privado
[11].
"Este hospital [Al Quds] no existía antes de la guerra. Debe haber
sido instalado en algún edificio después de que comenzara la guerra. Yo no
conozco a nadie en el este de Alepo que pueda confirmar la
existencia de este hospital de Al Quds", declaró Nabil Antaki el 2 de mayo
de 2016"
Lo más probable es que ese edificio
estuviera siendo reutilizado por los grupos terroristas como hospital para
atender a sus yihadistas heridos. La pregunta es qué hacía MSF allí.
Si desde esta organización afirman que sus médicos trabajaban en ese
hospital, entonces se demuestra una vez más que esta organización no diferencia
entre civiles y terroristas.
Desde el primer momento los testimonios de
muchas personas que trabajan y residen en Alepo confirmaban que eran los grupos
terroristas los que estaban atacando a la población civil [12]. Desde el pasado
27 de febrero los grupos terroristas han violado la tregua (tregua-trampa de la
OTAN) en al menos 470 ocasiones,
causando decenas de muertos y cientos de heridos, muchos de ellos en Alepo.
Pero estos ataques y estas víctimas civiles reciben el silencio cómplice de los
grandes medios corporativos que establecen sin rubor una diferencia entre
víctimas de primera y de segunda categoría, según convenga a su causa. En las
últimas semanas los "rebeldes sirios" de la OTAN bombardearon sin
cesar hospitales, colegios, mercados, carreteras, iglesias... en las zonas
controladas por el gobierno sirio, tal y como relataba el padre Ibrahim
Alsabagh, un fraile franciscano que trabaja en el oeste de Alepo:
El gobierno sirio defiende las áreas de Alepo donde está presente y
aún es fuerte. En el oeste, donde me encuentro, caen muchos misiles lanzados
por grupos yihadistas. Caen sobre carreteras, iglesias, mezquitas, hospitales.
Esta mañana cayó un misil en una mezquita y mató a 15 personas. Esto ocurrió en
la parte controlada por el gobierno, y por lo tanto no podemos imaginar que el
ejército sirio esté lanzando misiles contra sí mismo. Los misiles proceden
de las zonas controladas por los grupos yihadistas [13]
Con Alepo ocurre algo similar a otras
ciudades sirias dominadas por los yihadistas, como Madaya,
donde estos grupos terroristas asaltan la ciudad y se
atrincheran utilizando a los civiles como escudos humanos. Sin
embargo el tratamiento mediático y político en Occidente es el mismo en todos
los casos independientemente del contexto en el que se producen, y se resume
así: los "rebeldes moderados" no tienen la culpa. La culpa es del
régimen sirio que, según esta versión occidental, debería dejar que los
terroristas invadan y destruyan el país por completo.
Colocar en el mismo plano - tal
y como hacen estas ONGs y los paraperiodistas de
los grandes medios corporativos - a los "rebeldes" y al
"régimen", realizando un cínico y perverso ejercicio de presunta
equidistancia, resulta ser de una manipulación de la realidad
impresentable. El gobierno sirio no sólo tiene legitimidad democrática y
política para gobernar, sino que además está en la obligación
constitucional de defender militarmente al Estado y a sus
ciudadanos cuando el país está recibiendo un ataque brutal dirigido y
protagonizado sobre el terreno por agentes externos.
Ocurre que el discurso emitido desde
occidente está viciado de origen, por eso hay que poner las cosas en su
sitio y volver al inicio para entender el contexto actual: en Siria no se
está produciendo una revuelta popular, mayoritaria, pacífica, contra un
régimen no elegido por el pueblo, y que además les reprime y les mata de
hambre. Falso absolutamente. Siria tiene un gobierno de coalición compuesto por
varios partidos de izquierdas y nacionalistas panarabistas elegido en las
urnas; tiene un Parlamento representativo de la pluralidad existente en la
sociedad; y una Constitución secular, anticolonialista, refrendada por el
pueblo mayoritariamente. Y en cualquier caso, los problemas políticos internos
que tenga Siria deben ser resueltos por los sirios, no por las potencias
occidentales que quieren "balcanizar
Siria" y mucho menos por sus terroristas a sueldo. Por lo
tanto, nunca existió en Siria una "primavera árabe" o una
"revolución popular", sino un ataque producido por terroristas
yihadistas llegados desde decenas de países distintos y dirigidos y financiados
por las potencias occidentales (EE.UU-OTAN) y sus aliados en Medio Oriente
(Israel, Turquía, Arabia Saudí, Catar, Jordania... principalmente). Por lo
tanto no existe una "guerra civil" como tampoco existe una
"oposición moderada" luchando en Siria. El último en reconocerlo ha
sido Philip Giraldi, un exagente que trabajó durante 20 años en la
oficina de lucha antiterrorista de la CIA, en declaraciones a la agencia Sputnik:
"Los llamados rebeldes moderados conviven con el Frente Al-Nusra
(filial siria de Al-Qaeda) y esto no es nada sorprendente, (...) Washington
está al tanto de las relaciones (entre la oposición y Al-Qaeda), pero, por
razones políticas, prefiere sostener que son bandos distintos"
Para conocer mejor los orígenes de las
"revueltas" en Siria en 2011, que dieron inicio a la guerra de
invasión terrorista que sufre el pueblo sirio, y al papel que los
gobiernos y las corporaciones occidentales tuvieron en ellas, recomiendo
leer el artículo del escritor Mikel Itulain "Las
revueltas en Siria no son ni fueron una rebelión popular ni pacífica",
al que pertenecen las siguientes líneas:
En el año 2008 el Departamento de Estado
de Estados Unidos financia una organización, la Alianza para los Movimientos de
la Juventud, que serán los que preparen los disturbios y a los líderes que
actuarán el año 2011 en la llamada "Primavera Árabe", algo que
muestra que dicho movimiento tuvo poco de espontáneo y menos de popular y
autóctono. Detrás de esta alianza estaban organizaciones como Freedom
House, la NED y otras como el International Republican Institute o el
National Democratic Institute. Todas ellas bajo el control y orden del
Departamento de Estado y de las corporaciones económicas (...) Como
consecuencia de todo esto comenzaron las revueltas en Siria. En concreto fueron
en una pequeña ciudad del sureste, Daraa, cerca de la frontera con Jordania.
(...) Esos mismos medios mostraban una escena donde el ejército disparaba sin
compasión contra manifestantes pacíficos, matando a varios de ellos, en una
represión brutal. Sin embargo, no se informaba de que en esas
"manifestaciones pacíficas" se habían asesinado a varios policías.
(...)
Esto es un secreto a voces que ya no
niegan ni siquiera algunos de sus protagonistas principales, como ha hecho
recientemente el ex-primer ministro de Catar, es decir el ex dictador y rico
empresario Sheikh Hamad Bin-Jaber al-Thani, en una entrevista para el
Financial Times [14] donde reconocía, con el descaro que demuestran los
criminales que se sienten impunes ante la ley, la intervención de países como
Catar, Arabia Saudita, EE.UU. y occidente en Libia y en Siria financiando y
armando a los grupos terroristas desde 2011.
Sin embargo nada de esto aparece en las
portadas de los grandes medios corporativos ni es denunciado por la ONGs más
reconocidas y respetadas. Resulta imposible escuchar en estos medios la
voz de algún analista internacional, académico, periodista, etc. que
exprese opiniones como ésta y aporte este tipo de información. No se escucha
desde estas tribunas mediáticas ni una sola crítica
al sistema político y económico dominante, al imperialismo, al
neoliberalismo. No se escucha nada que moleste a sus patrocinadores y que
vaya más allá de los lugares comunes y consensos sociales establecidos
artificialmente. Estas grandes "organizaciones humanitarias" y
"pro-derechos humanos", así como los sindicatos mayoritarios, la
socialdemocracia y los diversos movimientos "progresistas" que han
abandonado o niegan la lucha de clases existente, sirven
para canalizar las reivindicaciones y aspiraciones de las
clases trabajadoras explotadas, haciéndoles abandonar cualquier vía
revolucionaria que rompa de raíz con el sistema que los explota y que
provoca, precisamente, esa pobreza y desigualdad contra la que dicen
cínicamente luchar.
Aquellos pueblos y gobiernos soberanos que
tienen la valentía de hacerlo, de denunciar y luchar contra el corrupto orden
mundial actual, son denunciados por estas ONGs y señalados con
mayúsculas en algunos de sus informes. A partir de ese
momento estos gobiernos quedan sentenciados.
REFERENCIAS - NOTAS
[1] West's Syrian
Narrative Based on "Guy in British Apartment",- artículo
de Tony Cartalucci (Land Destroyer, 4/6/2012)
[2] Médicos sin
Fronteras: otra organización humanitaria como instrumento para intereses
políticos y económicos,- artículo de Mikel Itulain (¿Es posible la
Paz? 12/3/2016 )
[3] Amnistía
Internacional, otra ONG del Departamento de Estado,-
misionverdad.com (LaHaine.org, 16/3/2016)
[4] Las
"dudas" de Human Rigths Wacth en Ucrania y los negocios de sus
directivos El Mirador Global, 28/5/2014
[5] La Cadena SER y
los moderados terroristas en Siria: otro ejemplo de propaganda de guerra de la
OTAN,- El Mirador Global (28/2/2016)
[6] ‘Humanitarian’
Propaganda War Against Syria – Led by Avaaz and The White Helmets,-
artículo de Vanessa Beeley (21st Century Wire, 2/10/2015)
[7] The Unspoken Truth is that America is Supporting Al Qaeda:
Heavy Propaganda Rages in the Battle for Aleppo. The Terrorists are Portrayed
as “Freedom Fighters”,- artículo del
profesor Tim Anderson (Global Research, 1/5/2016)
[8] Soros NGO Fakes
Casualties After Russia Strikes CIA Terrorists in Syria,- artículo
del investigador Kurt Nimmo (Infowars, 2/10/2015)
[9] Los altruistas
útiles: cómo las ONGs sirven al Capitalismo y al Imperialismo,- artículo
de Stephanie McMillan y Vincent Kelley publicado en español por la
página Noticias desde Abajo el 2 de noviembre de 2015, fue publicado
originalmente en inglés en la web Counterpunch el
20 de octubre de 2015.
[10] El hospital de Alepo fue destruido…
hace 7 meses,- Imagen recogida por la página Red Voltaire
(6/5/2016)
[11] Aleppo: US NATO
False Flags, Lies and Propaganda,- artículo de Vanessa Beeley (21st
Century Wire, 4/5/2016)
[12] Syria: Aleppo is
Burning and Western Media is Silent,- artículo de la periodista
y activista canadiense Eva Bartlett que recoge varios testimonios de residentes
en Alepo (In Gaza, 29/4/2016)
[13] CAOS SIRIA/
Alsabagh (Aleppo): le bombe non sono di Assad, ma di Isis e al Nusra,-
entrevista publicada por Ilsussidiario.net el sábado 30 de abril de 2016
[14] Lunch with the
FT: Sheikh Hamad Bin-Jaber al-Thani ,- Financial Times
(15/4/2016)
Publicado originalmente en: El Mirador Global
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