viernes, 26 de abril de 2019

¿Quién quiere reactivar la guerra en Siria?

Siete años después del inicio de la guerra contra Siria, a través de grupos yihadistas, los partidarios de la destrucción de este país árabe pretenden reactivar el conflicto a pesar de la indiscutible derrota que ya han sufrido en el terreno, donde la población –después de un momento de vacilación– optó masivamente por respaldar la República Árabe Siria. Este intento de reanudar la guerra, como partiendo de cero, sólo tendría sentido si el objetivo ya no fuese el mismo.

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Hala, una niña de 6 años, es la portavoz que el MI6 británico ha escogido para “denunciar” un futuro ataque químico contra la población de Idlib, atribuyéndolo al “régimen sirio”. Como en los casos anteriores, se trata de justificar una intervención militar extranjera contra Siria.


Creado en enero de 2018 en Washington, bajo la presidencia del estadounidense David Satterfield, el «Pequeño Grupo» (Small Group) buscaba reactivar el proyecto Rumsfeld-Cebrowski de destrucción de los Estados y sociedades en los países del Medio Oriente en general y, en particular, en Siria. El Pequeño Grupo se componía inicialmente de Arabia Saudita, Estados Unidos, Francia, Jordania y Reino Unido –dándose por sentado que los países árabes miembros no serían destruidos a corto plazo.

Secreto en el momento de su creación, el Pequeño Grupo se ha convertido poco a poco en una entidad pública a la que se integraron Alemania y Egipto. Al parecer se hizo también más razonable y ahora da la impresión de estar buscando una salida honorable a la crisis. Incluso ha entrado en contacto con el Grupo de Astaná (Irán, Rusia y Turquía).
Pero el Reino Unido ha reactivado el proyecto contra Siria con la preparación de una operación bajo bandera falsa en la zona de Kfar Zita. Para realizar esa nueva provocación, varios especialistas de la firma Olive han sido enviados al terreno y cierta cantidad de armas químicas han llegado a la provincia siria de Idlib mientras que los White Helmets (Cascos Blancos) secuestraban 44 niños, que el MI6 británico piensa sacrificar para atribuir sus muertes a un «ataque químico» del Ejército Árabe Sirio contra los «rebeldes».
El MI6 ya tenía organizada la divulgación de esta nueva intoxicación mediante el «testimonio» que ofrecería Hala [la niña de 6 años cuya foto acompaña este trabajo]. Para eso creó, el 29 de julio, una cuenta en Twitter a nombre de Hala, cuenta a la que se suscribieron de inmediato unos 30 medios de prensa, en espera de la señal de inicio de la Operación «Eyes on Idlib». Entre esos medios de propaganda aparecen la BBC [1], Radio Free Europe/Radio Liberty [2], BuzzFeed y The Huffington Post [3], que participan todos, de manera activa y consciente, en la propaganda de guerra británica.
Simultáneamente, el Pentágono ha desplegado en el Golfo Pérsico el destructor USS The Sullivans (DDG-68), con 56 misiles crucero a bordo, y ha enviado a la base aérea de Al-Udeid, en Qatar, un bombardero estratégico B1-B, armado con 24 misiles crucero aire-tierra AGM-158 JASSM.
Está demostrada la responsabilidad de la primer ministro británica Theresa May en las acciones del MI6. Pero no se sabe quién ordenó el despliegue militar estadounidense.
Marchando –como siempre– tras los pasos de Londres, el presidente francés Emmanuel Macron teorizó la semana pasada sobre la reanudación de la guerra contra Siria ante los embajadores franceses reunidos en su encuentro anual en París. Ignorando la decisión del pueblo sirio, que eligió a su actual presidente acudiendo masivamente a las urnas en 2014, el presidente francés Macron hizo una declaración especialmente hipócrita en la que en realidad propone decidir en lugar de los sirios: «Respetemos la soberanía de Siria. Pero respetémosla verdaderamente, permitiendo al pueblo expresarse y encarnarla.» [4]
Los autores del plan destinado a justificar una nueva agresión occidental contra Siria saben perfectamente que, ante el pueblo sirio, ya perdieron la guerra. Lo que quieren ahora es provocar un enfrentamiento con Rusia, que se convertiría rápidamente en una guerra mundial.
Siria y Rusia reaccionaron sin demora, denunciando los hechos, o sea todos los preparativos de la provocación. Rusia ha enviado además importantes cantidades de material militar al puerto sirio de Tartús, en el portacontenedores Sparta-3. Moscú ha reforzado también su presencia naval frente a la costa de Siria –10 navíos de guerra y 2 submarinos rusos– y ha iniciado en la zona una gran maniobra aeronaval en la que participan 25 barcos de guerra y unos 30 aviones.
Extremadamente inquieto, el Departamento de Estado estadounidense acaba de enviar el embajador James Jeffrey a calmar los ánimos en los países de la región. Jeffrey visitará Israel, Jordania y Turquía en compañía del coronel de la inteligencia militar Joel Rayburn, adjunto del asistente del secretario de Estado a cargo del Medio Oriente, David Satterfield. Los dos enviados estadounidenses deben asegurar a sus interlocutores que Washington no se prepara para bombardear Siria bajo un nuevo pretexto fabricado.
Pero si los interlocutores regionales de la delegación estadounidense reúnen el coraje necesario, tendrán que solicitar algunas precisiones. Por ejemplo, ¿el asistente del secretario de Estado a cargo del Medio Oriente –David Satterfield– está aplicando la nueva política del presidente Donald Trump o en realidad prosigue la política de George Bush hijo y de Barack Obama?
Y tendrían que hacer también una pregunta que puede parecer todavía más extraña. La posición de Londres es claramente anti-rusa y la de la Casa Blanca evidentemente proestadounidense. Pero, ¿cuál es exactamente la línea del Pentágono? [5]
Fuente 


Publicado originalmente en: Red Voltaire

miércoles, 3 de abril de 2019

Odio: Asignatura obligatoria.

Testimonios de la infancia: Terroristas sirios obligaban a los niños a jugar al fútbol con cabezas humanas.

¿Se puede llamar infancia a la de niños a quienes obligaron a jugar al fútbol con cabezas humanas? Está claro que no resulta fácil crecer entre ejecuciones y decapitaciones como les ha ocurrido en Siria a los niños que han vivido la guerra. Cuando los terroristas invadieron sus ciudades, los usaron como mano de obra para construir sus túneles e incluso como soldados, llevándolos al frente desde los 13 años. Ahora, con la llegada de la paz, intentan reconstruir sus vidas y recuperar su niñez.



"Tenía 11 años cuando los combatientes me llevaron para entrenarme. Me enseñaron a usar armas, decían que las armas lo son todo, que son más importantes que nuestros padres", relató Alí, uno de los tantos niños de la ciudad siria de Duma que fueron víctimas de los yihadistas.
Durante más de tres años, esta urbe ubicada a 10 kilómetros de Damasco estuvo bajo control del grupo armado Yeish Al Islam, hasta que fue liberada por el Ejército sirio en abril de 2018. En el transcurso de la ocupación, los combatientes crearon una extensa red de túneles bajo la ciudad y obligaron a los hombres y niños del lugar a excavarlos.
En reiteradas ocasiones, el menor fue testigo de cómo los terroristas "venían en camionetas con la parte trasera abierta, bajaban a un hombre de la camioneta, le ponían un fusil en la sien" y luego "le pegaban un tiro en la cabeza o lo mataban con un cuchillo".
"Si le cortaban la cabeza, la ponían sobre la camioneta y se ponían a dar vueltas con ella", mientras que "si lo fusilaban, colocaban el cuerpo sobre la camioneta y recorrían los alrededores" de manera que "todos lo pudieran ver, tanto los adultos como los niños", contó el menor.

Pequeños soldados

Lejos de ser el único caso, una historia similar a la de Alí le ocurrió a Habib, un menor de Maskanah, en la provincia siria de Alepo. En 2013, esta ciudad fue tomada por el grupo terrorista Frente Al Nusra y más tarde por el EI. Los extremistas obligaban a todos los niños a asistir a cursos de la 'sharía', donde se los formaba como soldados.
"Tenía 8 años cuando empezaron a llevarnos a la fuerza a la mezquita para enseñarnos a ser soldados", relató Habib. Y prosiguió: "Nos enseñaron a montar y desmontar armas" mientras "nos decían que los soldados del Ejército Árabe Sirio eran perros, animales", de modo que "todo el que matara a un soldado del Ejército Árabe Sirio, después de morir iría al paraíso, donde lo esperarían concubinas". Y aunque "nosotros no queríamos aprender a montar armas", los terroristas "nos obligaban, golpeándonos con palos en las manos".

¿Realidad o pesadilla?

Al igual que en el caso de otros niños, el pequeño también presenció cruentas ejecuciones a manos de los combatientes: "Les cortaban la cabeza a las personas y obligaban a los niños a jugar con ellas al fútbol", por lo que "después de ver eso, empecé a tener pesadillas", confesó el menor.
"Yo tenía 6 años cuando nos llevaron allí a mis primas y a mí", contó Hanin, hermana de Habib. "Nos hacían estudiar el Corán, dinamitaban escuelas, nos obligaban a ir a la mezquita y nos enseñaban a usar armas", continuó la pequeña, añadiendo que "les tenía miedo porque tenían un aspecto aterrador" y "unas barbas horribles, eran asquerosos".

Olvidar el horror

Las escenas de violencia que presenciaron estos niños los afectaron. Algunos quieren imitar lo que vieron con sus juguetes o con los miembros de su familia, por lo cual los psicólogos reciben muchas quejas de colegios sobre niños agresivos e incontrolables. A los más problemáticos se los envía a centros de apoyo para tratarlos con ayuda de médicos y expertos.
Pero a pesar de la dura experiencia vivida, Alí se muestra optimista: "Me gustaría ser periodista, aprender otros idiomas y viajar mucho", ya que los extremistas "no nos dejaban estudiar" pero "ahora mi sueño es tener una buena educación".
Así es la lucha de los niños de Raqa por volver a clases en medio de la devastación
A poco más de un año de la expulsión del Estado Islámico de Raqa, esta ciudad del norte de Siria aún mantiene la apariencia de un campo de batalla repleto de escombros y restos de automóviles calcinados. Sin embargo, los alumnos locales se enfrentan al frío invernal y, vestidos con gorros, bufandas y abrigos, asisten a las escuelas desprovistas de puertas y cristales en las ventanas. Buscan recuperar el tiempo de clases perdido durante los años de conflicto que arrasaron con el país.













Fotos de Aboud Hamam.
Publicado originalmente en: RT en español