viernes, 30 de diciembre de 2016

Entrevista a la cineasta boliviana Carla Ortiz.

La cineasta boliviana Carla Ortiz en Siria

La cineasta boliviana Carla Ortiz, quien estuvo registrando la guerra en Siria, habló con Sputnik acerca de las inconsistencias de los medios de comunicación occidentales a la hora de informar sobre los sucesos del conflicto.




Carla Ortiz es una reconocida actriz boliviana. Como parte de su trabajo de investigación para el documental que está realizando sobre el rol de las mujeres en la guerra siria, viajó en marzo de 2016 a ese país. Luego de esa primera vez seguiría yendo durante los siguientes ocho meses. Su perspectiva sobre el mundo ya nunca sería igual.


Recorrió cerca del 75% de Siria. Estuvo en áreas protegidas por el Gobierno, en áreas liberadas y en algunas áreas controladas por rebeldes. Conversó con gente de la oposición, gente neutral y gente pro régimen.

En su más reciente visita, a donde debió regresar con su equipo de filmación tras perder parte del material del primer viaje, estuvo en Alepo durante los días de la liberación.


La cineasta boliviana Carla Ortiz da entrevista a la cadena CNN
CNN recibe lecciones sobre Alepo de una cineasta boliviana que estuvo allí


"En Alepo escuchás una explosión cada 30 segundos. Es constante. Como extranjero, al llegar te das cuenta que una situación de seis años en este estado no puede ser una vida digna", dijo en entrevista con Sputnik.


La cineasta boliviana Carla Ortiz en Siria
La cineasta boliviana Carla Ortiz en Siria

El documental, una producción boliviana, se llama ‘Voz de Siria', y según Ortiz lo que muestra es la experiencia de la guerra "desde el clamor real de la gente como ciudadanos". Se estrena a mediados de junio de 2017, en forma simultánea en Bolivia y Siria.


El distrito Bustan al-Qasr en Alepo
Una periodista independiente desmantela las mentiras sobre Siria


- ¿Cuáles son los principales contrastes entre lo que imaginaba encontrar y lo que encontró al llegar a esta región del mundo?



- El error de Occidente es pensar que Medio Oriente vive constantemente en conflicto, que es un caso sin solución, que nunca va a poder haber paz. Nos hemos olvidado que las grandes potencias siempre están jugando sus intereses geopolíticos y económicos. Eso ha hecho que abandonemos a toda esa gente porque lo hemos tomado como un caso perdido. En nuestra desesperación por ayudar hemos confiado en activistas y organizaciones de derechos humanos que decían estar en estas áreas de conflicto que han fracasado en la comunicación real de lo que están viviendo los sirios. Al contrario de lo que se dice, existe una oposición moderada en Siria. Toda esta gente era la que al principio pedía reformas a su Gobierno, no que su presidente se baje de la silla.


- ¿Cómo surgen estas distorsiones en la información que recibimos?


- Es como si los medios hubieran creado una propaganda a la que se ha apoyado con buena y mala intención. Los que teníamos buena intención, ¿por qué no hicimos el trabajo profundo? He estado en Siria en muchas ocasiones y nunca en mi vida he visto en las masacres una persona de los medios occidentales.


Aleppo Evacuation (vídeo): 

— Jamás en mi vida vi ninguno de los medios de comunicación más fuertes ahí parados en los desastres donde estaba yo. En los últimos días en Siria había personas de los canales más importantes quedándose en los mismos hoteles donde yo me alojaba.


— Sin embargo, en los seis frentes de guerra donde he estado, que cubren todo el este de Alepo, no he visto a ninguno aparte de Russia Today. Entonces cómo nos pueden venir a decir que han estado cubriendo la guerra de la liberación o que Alepo está en llamas si yo no los he visto ahí durante esos días. Yo sí he estado en medio del tiroteo, yo sí te lo puedo contar. ¿Ellos de dónde sacan la información?
Estas cosas los medios hegemónicos no las cubren. Se enfocan en el conflicto bélico donde además se habla de una guerra civil pero se han olvidado de contar a todos los grupos extranjeros que han sido los causantes de la verdadera desestabilización. Cuando llegué a Palmira, tras ser liberada del ISIS [Daesh, proscrito en Rusia y otros países], era una ciudad fantasma. La gente en la calle te contaba cómo les cortaban los cuellos con latas de sardinas. Los niños nos contaban estas historias. Hemos cometido muchísimos errores. Nos dejamos llevar y repetimos las noticias sin verificar las fuentes que nos traen esas noticias.


- ¿Cómo describiría usted a este pueblo?


- El sirio es un habitante que tiene un amor infinito por su tierra. Es laico, multilingüe, cree más en la relación humana que en la religión. Hay extremistas extranjeros infiltrados en el país que han logrado desestabilizar la imagen del sirio y hoy en día no se sabe qué es un sirio. Se piensa que es un loco enajenado clavado a su religión. Yo vi en este país amigos cristianos y musulmanes, o sunitas y chiitas.


Las cicatrices de la guerra: Alepo, un antes y un después en la vida de la ciudad
Las cicatrices de la guerra: Alepo, un antes y un después en la vida de la ciudad


— El sirio es una persona pacífica. Lo primero que pasa cuando conoces a un sirio en su país es que le pide a uno disculpas porque usted está en su tierra en esta situación. Lo único que quieren es paz. Quieren que la guerra termine. Hay 16 ejércitos presentes en su pequeño país. Eso no es una guerra civil. Los medios de comunicación se olvidan de decir que está Rusia, Irán, Estados Unidos, Turquía, Arabia Saudita, Francia, Gran Bretaña, 47 grupos rebeldes de los cuales unos 40 son terroristas.
La cineasta boliviana Carla Ortiz en Siria
La cineasta boliviana Carla Ortiz en Siria


Ese es nuestro error. No estamos escuchando lo que quieren los sirios. Escuchamos testimonios de sirios que han dejado el país hace años y que ya no están imbuidos de lo que sucede allí. Yo no voy a negar que la gente ha sido perseguida por su presidente. Yo no estaba y les creo, pero la situación hace seis años es muy diferente a la de ahora. Hoy la gente es víctima del terrorismo y la guerra. Lo que quieren es que se acabe la destrucción de sus casas y la matanza de sus niños.   


Publicado originalmente en: Sputnik Mundo

martes, 27 de diciembre de 2016

Después de la liberación de Alepo, llega la guerra de operaciones psicológicas.


Paul Mansfield
Sott.net
dom, 18 dic 2016 18:56 UTC


A medida que el ejército sirio completa la liberación de Alepo, anteriormente sitiada por grupos terroristas dirigidos por Al-Qaeda, se podría pensar que habría una celebración universal de una histórica derrota al terrorismo internacional. No es así, ya que somos abrumados con informes de que las fuerzas dirigidas por Siria cometen ejecuciones a sangre fría, que mujeres están cometiendo suicidio porque temen ser violadas por soldados sirios, que personas son quemadas vivas e informes de violaciones contra la población civil. 

Lo anterior son todas alegaciones no verificadas a este momento. Vienen de los propios grupos militantes de la oposición, otros grupos firmemente alineados con la oposición y toda una serie de "activistas" que publican en Twitter y Facebook; algunos de los cuales se están convirtiendo en éxitos mediáticos instantáneos. 


El aspecto más preocupante es que los principales medios de comunicación están reportando alegaciones no verificadas como si fueran hechos. Ésta es la definición de noticias falsas. 

Se publicaron informes de que al menos 82 civiles fueron ejecutados a medida que el ejército sirio y las milicias aliadas limpiaban las últimas áreas bajo control rebelde. "Los informes que tuvimos fueron de que dispararon a personas que estaban tratando de huir y otras fusiladas en sus casas", dijo Rupert Colville, portavoz de la ONU. "Podrían haber muchos más." 

Los principales medios de comunicación estaban que explotaban por informar todas y cada una de estas revelaciones infundadas. El Daily Beast, difícilmente conocido por su equilibrio en Siria, afirmó que para el resto de los civiles en las áreas controladas por los rebeldes, "el miedo al arresto, el reclutamiento o la ejecución sumaria se sumaba al terror diario de los bombardeos". También citó a Abu Malek al-Shamali en Seif al-Dawla, uno de los últimos distritos controlados por los rebeldes, afirmando que las tropas sirias están preguntando a las familias si tienen hijos en los grupos de oposición, después, dependiendo de su respuesta, los dejan en paz o les disparan y les dejan morir. 

La BBC se les unió e informó sobre el asesinato de civiles, "incluyendo mujeres y niños, ahí mismo, en sus hogares y en la calle", según afirma la ONU. Se olvidaron convenientemente de mencionar que las Naciones Unidas, al no estar en el terreno en Alepo, se apoyan en fuentes no verificadas, que pueden resultar poco fiables, y que puede que ni siquiera estén en el terreno, en Alepo. 

Colville parecía decididamente poco claro en cuanto a quién llevó a cabo estas atrocidades alegadas. Dijo que una milicia iraquí estaba involucrada y los informes dijeron que se llevaron a cabo en cuatro lugares, por lo que podríamos tener a más de un grupo llevando a cabo los asesinatos. Una vez más, estas acusaciones no fueron verificadas. Todo suena inconcluso y vago. Eso es natural, ya que ni siquiera sabemos aún si las masacres ocurrieron, y mucho menos quién las llevó a cabo. Sin embargo, crean titulares mundiales. ¿Acaso los prostituidos medios de comunicación han sido de nuevo absorbidos por el incesante ruido de noticias falsas? 

Jan Egeland, el asesor humanitario de la ONU en Siria, estaba preparado para atribuir la culpa de lo que según dijo eran "masacres de civiles desarmados, hombres jóvenes, mujeres, niños y trabajadores de la salud". También nombró a una milicia chiíta iraquí como responsable, pero puso la responsabilidad sobre los gobiernos de Siria y Rusia. 

El público en general puede ser crédulo, pero se podría pensar que Kenneth Roth, el jefe del Observatorio de Derechos Humanos, sería más circunspecto. Pero no, él aparece en Democracy Now y declara acerca de las supuestas ejecuciones sumarias de civiles, incluyendo mujeres y niños, basándose en los reportes no corroborados proporcionados por los Cascos Blancos, que son financiados por la CIA/MI6; como si estos reportes se trataran de hechos. Stephen Cohen cuestiona por qué Roth abraza una narrativa (la de acciones genocidas de las fuerzas dirigidas por Siria), y excluye otra (la celebración del pueblo de Alepo por su liberación por parte de las mismas fuerzas dirigidas por Siria). 

Brandon Turbeville, en Activist Post, examina un fragmento impresionante de la propaganda de la NBC escrita por Alastair Jamieson y Mac William Bishop. En este testimonio de información sesgada ellos dan vueltas alrededor de tres acusaciones graves en una frase:

Citando recuentos de que mujeres y niños están siendo quemados vivos y de familias que están eligiendo el suicidio en vez de la rendición, la oficina de derechos humanos de la ONU dijo que recibió informes de que las fuerzas del gobierno mataron a por lo menos 82 personas mientras aumentaban su control de la ciudad.

Nuestros periodistas en la NBC están mostrando una vez más por qué han perdido el derecho a ser los custodios de un periodismo independiente y equilibrado. La ONU no ha hecho reclamaciones de personas quemadas vivas o eligiendo suicidarse. También, los autores dan mucho más credibilidad a la declaración de que 82 personas fueron ejecutadas al omitir que los informes no fueron verificados hasta el momento. 


Para la atribución a las demandas de suicidio y las masacres en masa, el artículo continúa mencionando a Charles Lister, un apologista de las facciones del terrorismo en Siria y un ardiente defensor del incremento de la intervención militar occidental en Siria:

Charles Lister, un experto sirio y experto en el Instituto de Oriente Medio, dijo que había "historias verdaderamente chocantes de Alepo, incluyendo maridos y esposas que se suicidaban mutuamente" y que cientos podrían haber muerto durante los enfrentamientos del lunes.

No hace falta decir que Lister no está en Alepo. Su condición de "experto" de Siria tiene más que ver con emplumarse su propio nido entre los poderosos partidarios del cambio de régimen en el complejo militar/industrial/de seguridad estadounidense, que cualquier propósito de noble intención. 


Pero no tema; hay fuentes en el terreno que hacen estas afirmaciones. Una de esas fuentes es Abdullah Othman, jefe del Consejo Consultivo del Frente Levant, uno de los grupos militantes más grandes de Alepo. Afirmó que 79 personas fueron "ejecutadas en las barricadas" y dijo: "Esta mañana, 20 mujeres se suicidaron para no ser violadas". Para obtener alguna perspectiva sobre este informe, imagine que cualquier medio de comunicación masivo otorgara el menor vestigio de credibilidad a declaraciones similares del gobierno sirio. No, las acusaciones de crímenes contra la humanidad y el bombardeo impiedoso de civiles monopolizan la cobertura de los medios de comunicación dominante cuando se trata de Bashar al-Asad. 

Pero justo cuando piensa que los yihadistas locales y los expertos partidarios de la máquina de guerra constituyen la totalidad de este tipo de reportajes, aparece el mayor diplomático de Francia, Jean-Marc Ayrault. Él hizo una declaración en la que decía, "... asesinatos a sangre fría de familias enteras, ejecuciones, especialmente de mujeres y niños; personas quemadas vivas en sus hogares, continuos ataques a hospitales... Tales atrocidades revuelven las conciencias. Más que nunca, hay una necesidad urgente de detener las hostilidades en Alepo." 

Tales declaraciones belicosas que emanan de París se han convertido en predecibles, si es que aún decepcionan, y están enmarcando un contraste con las escenas de celebración en Alepo oriental mientras los civiles dan la bienvenida a su liberación después de cuatro largos años de dominio terrorista. 

El Daily Beast continuó con las salvajes acusaciones, acusando a los soldados sirios de violación "en el transcurso de la guerra relámpago assadista". Alraby se unió a esta orgía de acusaciones infundadas, quien escribió el siguiente encabezado:

"Las fuerzas del régimen sirio presuntamente han cometido ejecuciones masivas, agresiones sexuales y han quemado cuerpos en las calles del este de Alepo, informaron la ONU y los medios locales."

Una vez más, tuvimos histeria en las Naciones Unidas, con Samantha Power y Matthew Rycroft al frente de la indignada brigada . 



Rycroft balbuceó: "Éste es un día oscuro para el pueblo de Alepo, seguramente el más oscuro de los últimos cinco años. Las fuerzas de Assad, apoyadas por Rusia e Irán, han vuelto a redefinir el horror, han pasado del asedio a la masacre". 


Continuó repitiendo todas las afirmaciones escandalosas pero no comprobadas de las ejecuciones sumarias, las mujeres que se suicidaban para no ser violadas, las personas quemadas vivas y cientos de hombres secuestrados por las fuerzas sirias. Él toma estas acusaciones no probadas y las transforma en hechos, vinculándolas con el más oscuro de los crímenes de guerra pasados, ante los que el mundo dijo "nunca más". Él terminó afirmando escandalosamente que se trataba de la "caída" de Alepo. No encontraríamos un tono más triste si la noticia se tratara de que el Estado Islámico (EI) acaba de capturar Alepo. La ironía es que Alepo acaba de ser liberada de las fuerzas terroristas dirigidas por Al-Qaeda, apenas indistinguibles del EI. 

Power, la de la lengua ácida inigualable y empapada de hipocresía, cantó loas con esto: "Alepo se unirá a las filas de aquellos acontecimientos de la historia mundial que definen el mal moderno, que manchan nuestra conciencia décadas después - Halabja, Ruanda, Srebrenica y ahora Alepo." [...] "Se dice que hasta ahora 100 niños están atrapados en un edificio. Los terroristas, claro, los niños pequeños, deben ser terroristas, porque todos son ejecutados, todos son bombardeados con cañones, a todos los que han sido atacados con cloro, se dirá que son todos terroristas". 



Vitaly Churkin dijo que Power estaba actuando como si fuera la "Madre Teresa", señaló la hipocresía de Estados Unidos y el Reino Unido y nos recordó a todos que las acciones de EE.UU. y el Reino Unido en Irak dieron origen al surgimiento del EI. 


Aquí tenemos a los principales diplomáticos de países que respaldan la masacre de civiles en Yemen y que masacraron a civiles en Irak y Libia, y que están apoyando financieramente y moralmente a los terroristas que matan a civiles en Siria. Lo que nos dicen claramente con su comparación de la "caída de Alepo" con la toma de Irak y Siria por parte del EI, es que Rusia y Siria están en la misma liga bárbara que el EI. Lo siento, pero son ustedes, EE.UU. y el Reino Unido, quienes están en la misma liga que el EI, al que ustedes crearon a partir de las ruinas de Irak y continúan armando y financiando mientras ellos destruyen Siria. La alianza anglo-americana vuelve a demostrar que es la más capaz de escupir hostilidad y denigrar a la comunidad internacional con su asombrosa hipocresía. 

París mostró su desconcertante solidaridad con Al-Qaeda apagando las luces de la Torre Eiffel, afirmando que se hizo como una señal de solidaridad con el pueblo de Alepo. La oficina del alcalde Anne Hidalgo, publicó una declaración en la que dijo que el acto simbólico tenía como objetivo "alertar una vez más a la comunidad internacional sobre la necesidad de una acción urgente". Obviamente, no interpreta como una acción urgente la ayuda en la lucha contra el terrorismo proporcionada al pueblo de Siria por Rusia, Irán, Hezbollah y varios grupos de milicias. 

Se habría aconsejado mejor a París si le dijeran que apagara las luces de la Torre Eiffel cuando el EI se apoderó de Palmira y Raqqa, ya que son terroristas que hicieron sangrientos disparos contra poblaciones aterrorizadas y soldados capturados. Hacer esto cuando el gobierno legítimo de Siria ha liberado finalmente a los ciudadanos que sufrían desde hacía cuatro años un infierno, es un grosero insulto. Cuán rápidamente se olvidaron de las 130 personas asesinadas en el ataque terrorista en París en noviembre de 2015. Esta exhibición desvergonzada de la adoración terrorista es una burla hacia el pueblo de Siria y Francia. 

Además de la muerte de los principales medios de comunicación, estamos asistiendo a la muerte de la credibilidad de la élite política de la OTAN. Yo diría que de su moralidad también, pero eso fue hace mucho tiempo. 


La realidad con la que no pueden lidiar los políticos occidentales y los medios de comunicación falsos, es que las calles de Alepo estallaron con celebraciones extravagantes debido a que el ejército sirio y sus aliados finalmente liberaron la ciudad. 


La gente cantaba y bailaba, coreando su agradecimiento al ejército por liberarlos del control de los terroristas. Se han contado historias de los grupos terroristas que acumulaban la ayuda humanitaria, negando a la gente alimentos y suministros médicosmanteniéndolos como escudos humanosamenazándolos si se atrevían a irse; y de los abusos y ejecuciones de civiles

El Centro Ruso para la Reconciliación ha coordinado con el gobierno sirio la evacuación de más de 100.000 personas. Algunos todavía permanecen en el último y pequeño territorio dominado por la oposición, ya que el acuerdo para evacuar a los últimos combatientes y sus familias se ha estancado en medio de acusaciones de ambos lados de incumplimientos del alto al fuego. 

Los cansados y hambrientos residentes de Alepo están recibiendo alimentos, tratamientos médicos, ropa, mantas y refugio en campamentos de desplazados internos. Las imágenes de todo esto son inconfundibles. A pesar de ello, seguimos escuchando de los medios de comunicación occidentales que la gente está huyendo de la lucha, que los soldados del régimen se han apoderado de la devastada ciudad, que las personas atrapadas dentro del Este de Alepo han sostenido cuatro años de bombardeo y asedio, y que lejos de ser una batalla de liberación, ésta es una "embestida furiosa" del régimen sirio y Rusia. La palabra liberación no se encuentra en ninguna parte. Un poco como la honestidad y la integridad de los principales medios de comunicación falsos. 

La periodista independiente Vanessa Beeley está en Alepo, a diferencia de los periodistas escondidos en cómodas oficinas en Beirut y Ankara. Ha visitado las áreas recién liberadas del Este de Alepo, habló con personas agradecidas por haber escapado de las garras de los grupos terroristas, oyó las historias de terror de la vida bajo su control y presenció la provisión de la ayuda humanitaria muy necesaria por las organizaciones de ayuda sirias, rusas y otras agencias humanitarias. 

Beeley escribió en su página de Facebook:

Jibreen al Este de #Alepo. Hoy hemos visitado la zona que acoge a los civiles que han escapado del encarcelamiento terrorista en los distritos del este de Alepo, financiados por la OTAN y el Estado del Golfo. 


En esta área, los civiles reciben alimentos, atención y asistencia médica y se registran con las autoridades sirias antes de unirse a las familias del oeste de Alepo o de entrar en los campamentos de desplazados internos en Jibreen. Aquellas familias que no tienen identificaciones reciben un documento que les permite viajar en Siria hasta que sus identificaciones sean reemplazadas. 

Nos dijeron que hasta el día de hoy, 95.000 civiles habían sido registrados, del este de Alepo. Este número probablemente puede aumentar un 10% más, ya que algunas mujeres y niños se han ido directamente junto a sus familias al oeste de Alepo sin registrarse. 


Nos enfrentamos con niños demacrados y extenuados. Madres cuyos hijos habían sido asesinados por los terroristas sin ninguna razón. Los civiles sirios, enfermos y desnutridos, rompieron a llorar al recordar las atrocidades que habían sufrido a manos de estos llamados "rebeldes moderados". 

Una mujer comenzó a hablar y estalló en lágrimas, el alivio de salir del este de Alepo era demasiado para ella y el horror que había vivido la abrumó. Los terroristas habían asesinado a dos de sus 12 hijos porque sus otros hijos estaban luchando en el ejército sirio. Había estado enferma durante muchos meses, pero dijo que no se trataba a civiles en los hospitales improvisados en campos terroristas, sólo se les daba ayuda a los combatientes. 

Volvió a llorar cuando le pregunté qué pensaba de la narración de los medios occidentales, que el ejército Árabe Sirio estaba matando a civiles. Ella dijo simplemente "ayer estuvimos en el infierno, hoy nuestra vida comienza de nuevo". 

Estaré escribiendo todos los testimonios y subiendo todas las entrevistas en vídeo [...] pero, por favor, no caiga en las mentiras mediáticas corporativas basadas en fuentes espurias, la mayoría de las cuales están ahora en Turquía; fotos falsas y propaganda maligna que sólo funciona para asegurar la perpetua miseria del pueblo sirio. 

Me permitieron entrar en uno de los hospitales de campo ruso en el lugar. [...] Los médicos rusos estaban tratando eficientemente y amablemente todo tipo de lesiones. Un joven, muy delgado, tenía grandes dificultades para respirar. A otro se le estaba cambiando un vendaje en una herida abierta en la pierna. Los médicos rusos estaban administrando vendajes limpios sin sangre falsa o efectos especiales. Éste era un verdadero humanitarismo en acción.

Los principales medios de comunicación no tienen fuentes en el terreno para verificar sus acusaciones. Eva Bartlett, apareció en un panel de las Naciones Unidas y abofeteó su narración en una actuación excepcional que se ha vuelto viral en la red. 



Bartlett ha estado en Siria seis veces, así que conoce a su gente y tiene una muy buena comprensión de lo que realmente está sucediendo en Siria. 


Al ser interrogada por un periodista noruego sobre los informes de "organizaciones internacionales" que informan del "hecho" de que hospitales y escuelas fueron deliberadamente bombardeados, Bartlett dejó en claro de dónde provienen estas acusaciones explosivas. 

Bartlett respondió señalando que no hay organizaciones internacionales en el terreno. Ellos dependen de grupos dudosos como el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (SOHR) y los Cascos Blancos para su información. 

Los Cascos Blancos son una creación de la CIA/MI6 financiada con tanto como 100 millones de dólares por Estados Unidos/Reino Unido/Europa y otros Estados. Se les ha acusado de falsificar sus escenas de rescate, operan sólo en territorio controlado por los rebeldes y hay una gran cantidad de imágenes de los miembros de Cascos Blancos agitando las armas, celebrando con grupos terroristas y parándose encima y burlándose de los cadáveres de los soldados sirios. "Sus fuentes en el terreno, no las tienen," dijo Bartlett. 

Dando un golpe muy necesario a los medios de comunicación, Bartlett dijo, "(que) la gente apoya a su ejército y gobierno es absolutamente cierto... lo que sea que oigan en los medios de comunicación corporativos es todo lo contrario... (y los voy a nombrar, BBC, Guardian, New York Times, etc...) en Alepo, es también opuesto a la realidad". 

Bartlett criticó lo que ella llamó correctamente como otro esfuerzo en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas por establecer un "alto al fuego inútil", que es simplemente una estrategia cínica de los partidarios de las facciones terroristas para ganar tiempo para reagruparse y reabastecerse, prolongando así la liberación final y el sufrimiento de personas retenidas como rehenes en Alepo. 

Bartlett habló del otro asedio del que no se oye hablar en los medios falsos, el asedio de Alepo occidental. La gente ha sufrido debido a la negación de comida y medicina, electricidad y agua; y del bombardeo constante de morteros, bombas de envases de gas (los infames cañones infernales), bombas de calentadores de agua, proyectiles de artillería y cohetes. 

Bartlett habló del mito de que el gobierno sirio mata deliberadamente a la gente en Alepo. Habló de los testimonios de testigos de personas detenidas como escudos humanos en el este de Alepo, de que eran fusilados cuando intentaban huir de los terroristas y eran protegidos por el ejército sirio y sus aliados. 

Qué gran desconexión de la realidad la que vemos en la cobertura de los medios de comunicación falsos en el día más grandioso en Alepo durante los últimos cinco años, un rayo de esperanza para los sirios, quienes han sufrido por tanto tiempo.


Publicado originalmente en: SOTT

La censura mediática y la geopolítica tras la liberación de Alepo.

La cara de satisfacción de quien se siente por fin a salvo. La opinión de este hombre sirio liberado en el este de Alepo es censurada en los medios corporativos. Quizás sea porque su opinión sobre los "rebeldes" a los que apoya la OTAN sea diametralmente opuesta a la que difunden desde Occidente. Muchos "activistas" y "progresistas" al servicio de las grandes corporaciones hubiesen preferido que este hombre siguiese en manos de la "oposición moderada" wahabí.(Foto tomada por Andrew Ashdown)
 
Nerviosismo, desconcierto, resignación, tristeza, impotencia, incertidumbre... Los gobiernos de la OTAN y los medios corporativos se han quedado sin discurso en Siria tras su derrota en Alepo. Entre sollozos intentan explicar al gran público qué ha ocurrido para llegar a esta situación. Todos sus sesudos análisis concluyen que Rusia tiene la culpa por apoyar a Al Assad. Periodistas y activistas "humanitarios" piden que las potencias occidentales intervengan contra Rusia para "frenar al régimen Al Assad", negando que en realidad ya lo están haciendo desde hace años y están siendo derrotados. Obviamente Rusia está interviniendo en Siria y defendiendo sus intereses, pero lo hace a petición de un gobierno legítimo apoyado por la mayoría de la población para luchar contra unos grupos terroristas patrocinados por la OTAN que invadieron el país en marzo de 2011. EE.UU. patrocina y utiliza al terrorismo yihadista como arma. Rusia combate ese terrorismo acorde al derecho internacional. Algunos "equidistantes progresistas" todavía no quieren ver esta diferencia.
 
Pero que Rusia respete el derecho internacional, mientras que la OTAN y sus terroristas invaden ilegalmente un Estado soberano asesinando a su población civil para destruirlo, es totalmente irrelevante. EE.UU. dicta unilateralmente lo que es legal o ilegal, lo que es legítimo o no, lo que es "democracia" o "dictadura", lo que es un golpe de Estado o una "revolución popular", lo que son terroristas o "libertadores", o cómo deben interpretarse los Derechos Humanos. El resto de Occidente se limita a obedecer. Incluidos los periodistas y activistas que difunden a diario ese relato artificial construido para justificar las "intervenciones humanitarias" imperialistas en Oriente Medio y otras partes del mundo. 
 
Tanto la prensa corporativa así como los organismos internacionales controlados por las potencias occidentales insisten en seguir utilizando y manipulando la "situación humanitaria" en Alepo como arma de propaganda contra Siria y Rusia. En realidad no pueden hacer otra cosa, salvo reconocer que han mentido todos estos años. Su debilidad tras el golpe de Alepo es más que notable. Cuando pasen unos días y toda la población de Alepo haya sido evacuada, se quedarán de nuevo sin discurso y tendrán que colocar el foco de atención en otro lugar (Palmira, por ejemplo) para posteriormente repetir la misma estrategia de desgaste "humanitario"  contra el gobierno sirio.
 
Sin embargo pese a su derrota en Alepo, el "cambio de régimen" en Siria sigue en la agenda del Pentágono, y Donald Trump todavía no ha hecho nada (o no ha podido hacerlo todavía) que nos haga ser optimistas, más allá de su retórica durante la campaña. Por ahora, como parte de esa reorganización tras la caída de Alepo, la OTAN ha movilizado a sus grupos terroristas desde Mosul (Irak) y Al Raqa (Siria) para invadir de nuevo la ciudad de Palmira. Los medios lo ven como una gran noticia, como un consuelo para alimentar su autoestima tras perder Alepo. Pero siguen sin querer explicarnos por qué ocurren los hechos, cuáles son las causas reales que los provocan. Como si los terroristas, sus armas y su estrategia militar se produjeran de forma espontánea e incomprensible para la mente humana.
 
Para que el Emirato Islámico lograra ocupar Palmira nuevamente, las fuerzas estadounidenses, que deberían haber cercado Mosul, le dejaron abierto el camino hacia el desierto sirio y detuvieron los bombardeos que la aviación de la coalición internacional había emprendido sobre la provincia siria de Raqqa. Al estar concentrado en la liberación de Alepo, el Ejército Árabe Sirio no tuvo tiempo de enviar refuerzos a Palmira, cuya guarnición se vio obligada a retirarse ante la embestida de una fuerza yihadista 5 veces superior en número de hombres. [1]
 
Estos son momentos de incertidumbre para quienes tanto dinero y esfuerzo invirtieron en derrotar a Al Assad. Hasta que reorganicen su estrategia de nuevo, a la yihad política y mediática occidental sólo les queda seguir recurriendo a la manipulación y la censura informativa para intentar ocultar las evidencias que dejan al descubierto su gran mentira sobre una inexistente "primavera árabe" en Siria. Sin esta censura, si los grandes medios publicaran lo que realmente está sucediendo, se verían en la obligación de explicar a su audiencia cómo es posible que los ciudadanos liberados del este de Alepo estén celebrando con lágrimas de alegría y emoción la llegada del Ejército Árabe Sirio, después de que nos dijeran desde hace 5 años que ese ejército los estaba "bombardeando" y "reprimiendo". Si no aplicaran la censura, tendrían que explicar a su audiencia que esos "heroicos rebeldes" a los que defienden, almacenaban y utilizaban armas químicas contra la población civil en las zonas de Alepo controladas por el gobierno sirio, al mismo tiempo que nos decían que era "el régimen de Al Assad" el que las utilizaba contra civiles.
 
Unos "insurgentes" que, según las grandes agencias occidentales, están siendo objeto de "ejecuciones sumarias" en el este de Alepo por parte del "régimen" y sus aliados, sin que nadie en absoluto pueda verificar esas afirmaciones. Ni siquiera la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, que también difunde esta propaganda aunque reconoce que no ha podido comprobar su veracidad. Si no pueden comprobar su veracidad, entonces, ¿por qué la ONU contribuye a la desinformación y a la propaganda de guerra?
 
Obviamente ni la ONU, ni la gran prensa occidental, ni los gobiernos de la OTAN, ni tampoco las ONGs corporativas pueden verificar los hechos, en primer lugar, porque son falsos, y en segundo lugar, porque no tienen a nadie informando sobre el terreno que pueda hacerlo. Sus principales fuentes son el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, los Cascos Blancos, o el Alepo Media Center, organizaciones financiadas por los gobiernos y corporaciones occidentales y de los cuáles ya he hablado en otros artículos [2]. O bien sus fuentes son directamente los "grupos opositores", es decir, los propios terroristas. En estas condiciones, la "información" de las grandes agencias occidentales y de los organismos internacionales se convierte en pura propaganda yihadista.
 
Claro que, después de que el enviado de la ONU en Siria, Stephan de Mistura, pidiera crear una "región autónoma" gobernada por los terroristas de Al Qaeda en Siria, y de que la Unión Europea tratara de sobornar económicamente a Bashar Al Assad para que permitiera esta propuesta y entregara una parte de Siria a los terroristas a cambio de seguir en el poder, se puede esperar cualquier cosa que provenga de este corrupto organismo internacional y de los países que lo someten a su voluntad. Sí, han leído bien, la misma Unión Europea que quiere juzgar a Al Assad (y a Vladimir Putin [3], por cierto) por cometer "crímenes de guerra" y ser un "dictador sanguinario" que "asesina a su propio pueblo", ofreció financiación y apoyo al gobierno sirio a cambio de que Al Assad aceptara la "balcanización" de Siria, tal y como pretenden EE.UU. y las grandes corporaciones que planificaron la guerra contra Siria hace años. Este dato demuestra que el concepto de Derechos Humanos que tiene la UE y EE.UU. es el mismo que tiene cualquier mafia: los negocios son lo primero; los principios se amoldan a la realidad; nuestros amigos o enemigos se miden en función de la tasa de ganancia que nos aporten.
 
Según informes, la UE planea ofrecer ayuda financiera a Damasco a cambio de permitir que las fuerzas rebeldes permanezcan en el poder en algunas regiones de Siria. (...) A cambio, si todas las partes están de acuerdo, la UE ofrece una gran bolsa de dinero. (...) Bruselas admite ahora que Al Assad siga en el poder, pero exige la "devolución del poder en algunas provincias de Siria, lo que permitiría a los rebeldes moderados integrarse en las fuerzas de seguridad locales" (...). La UE está dispuesta a ofrecer ayuda financiera tanto al gobierno sirio como a los rebeldes para endulzar el acuerdo, según informó The Times. El informe sugiere que pagar a Damasco es mejor que tener que lidiar con el éxodo continuo de refugiados sirios hacia la UE, que están "contribuyendo al caos electoral en todo el continente" y "destruyendo el tejido político de Europa". [4]

Los grandes medios occidentales convierten a los verdugos en víctimas y en protagonistas, mientras silencian la voz de las verdaderas víctimas del terrorismo, los sirios liberados en el este de Alepo. Resulta paradójico que aquellos que protagonizan campañas políticas, mediáticas y humanitarias en favor de los "civiles sirios", los censuren cuando estos civiles por fin pueden hablar y constatar su relato abiertamente. Obviamente censuran su opinión porque la audiencia occidental descubriría que les han estado mintiendo todo este tiempo. Por suerte no todos los periodistas y activistas que trabajan en Siria actúan de la misma manera. Gracias a ellos podemos conocer la verdad y escuchar a quienes deberían ser los únicos protagonistas. 
 
Por ejemplo el sacerdote Andrew Ashdown, un miembro de la Iglesia de Inglaterra que estudia las relaciones cristiano-musulmanas en Siria y que se encuentra en el este de Alepo y ha recabado de primera mano la opinión de los sirios liberados. Su conclusión es rotunda: los informes sobre Siria publicados en los grandes medios son "fabricaciones retorcidas". Este sacerdote se pregunta ¿por qué no hay ninguna agencia internacional occidental en Alepo prestando ayuda humanitaria? ¿por qué no están las agencias de noticias hablando personalmente con los refugiados sirios liberados, teniendo en cuenta que estas agencias dedicaron tanto tiempo a denunciar que estos civiles estaban siendo masacrados por el gobierno sirio? Parece evidente la respuesta a estas acertadas preguntas. Andrew Ashdown denuncia también que los medios occidentales no informan de forma objetiva ni siquiera se molestan en recabar información ni en preguntar a los propios sirios liberados cuál es su opinión, al mismo tiempo que estos medios "conceden toda credibilidad a los terroristas sin comprobar la veracidad de sus afirmaciones".  
 
La sensación de alivio entre los miles de refugiados es palpable. Todos estaban dispuestos a hablar, y entrevistamos a varios de ellos que llegaron ayer y hoy. Todos dijeron lo mismo. Dijeron que habían estado viviendo con miedo. Informaron que los combatientes habían estado diciéndoles a todos que el ejército sirio mataría a cualquiera que huyera al oeste, pero fueron ellos quienes mataron a muchas personas que trataron de huir, hombres, mujeres y niños. También mataban a cualquiera que diera muestras de apoyar al gobierno (...). Nos dijeron que se les había dado muy poca comida, que cualquier ayuda que llegaba a la zona se les negaba en su mayoría o se vendía a precios exorbitantes. Del mismo modo, a la mayoría no se les había dado tratamiento médico. (...). La mayoría de los refugiados dijeron que los rebeldes habían matado a miembros de sus familias y hablaban constantemente de asesinatos, torturas, violaciones y secuestros generalizados por parte de los rebeldes. (...). Les preguntamos si el ejército sirio había maltratado a alguien. Dijeron que nunca. Una mujer dijo: "Nos ayudaron a escapar y nos proporcionaron comida y agua". [5]

La realidad es que en el momento en que más aliviados se muestran los civiles en el este de Alepo, más tristes y preocupados se muestran los gobiernos, periodistas corporativos y activistas humanitarios en Occidente. Está quedando meridianamente claro que sus intereses nada tienen que ver con la situación humanitaria de los civiles sirios. De ser así, estarían celebrando esta liberación de Alepo, escuchando a los sirios, y condenando la ocupación de otras ciudades sirias por parte de la "moderada" Al Qaeda, es decir, sus "rebeldes sirios".
 
Ampliando el prisma del análisis, lo que ocurre en Siria es el reflejo del cambio que se está produciendo en la correlación de fuerzas en el tablero geopolítico mundial. El viejo sistema unilateral bajo el cual EE.UU. y sus "aliados" eran capaces de imponer por la fuerza sus intereses ha fracasado en Siria. Aunque la guerra contra Siria continúa, puesto que la OTAN y las dictaduras del Golfo siguen utilizando el terrorismo salafista en Siria para lograr un "cambio de régimen", la derrota en Alepo supone un punto de inflexión que evidencia que este cambio dentro del Orden Mundial es imparable. El eje Rusia-China junto a todos los países y regiones que orbitan en su entorno ya suponen de facto un freno a la hegemonía económica, comercial, militar, y política de Occidente encabezada por EE.UU.
 
En el trasfondo de la guerra contra Siria, como antes la invasión de Libia, el golpe de Estado neonazi en Ucrania, las sanciones y ataques contra Rusia y Venezuela, o incluso los recientes atentados en Egipto [6], entre otras muchas maniobras políticas, suponen el intento desesperado por parte de EE.UU. de frenar el fin de su supremacía global, y reflejan su negativa a aceptar la nueva realidad "multipolar" en la que estamos.
 
Estos dos países van a establecer acuerdos tanto con EEUU como con la UE, sin duda, pero ya no será desde una posición subordinada sino que se basarán, en gran medida, en sus propias premisas e intereses. Las últimas maniobras rusófobas de EEUU y de la UE no son otra cosa que el canto del cisne por intentar evitar lo inevitable. China y Rusia, Rusia y China están asumiendo de forma clara, constante y decidida su posición geopolítica y no la van a dejar en mucho tiempo. Para ellos Occidente ya no es más que una cuestión geográfica con cada vez menos relevancia internacional. El siglo XXI es, claramente, el siglo de Eurasia. [7]

Sin embargo, cuanto más se incrementan las sanciones de Occidente contra Rusia - fruto todas ellas de la impotencia  occidental ante su decadencia - más se incrementan los lazos de Rusia con China y su influencia en Eurasia, que es justo lo contrario de lo que planearon siempre sus enemigos. Y mientras tanto algunas figuras del "periodismo" y el "humanitarismo" en Europa todavía se preguntan "qué nos ha pasado en Alepo".
 
 
[Una periodista realmente independiente y honesta, como la canadiense Eva Bartleet, dejó en evidencia recientemente las mentiras de la OTAN sobre Siria y desenmascaró a dos de las fuentes más utilizadas por los medios corporativos para informar sobre Siria: el Observatorio Sirio de Derechos Humanos y los llamados Cascos Blancos, ambos creados y financiados por EE.UU. y Reino Unido y otras "democracias" como Catar, así como las grandes corporaciones anglosajonas]  
 
REFERENCIAS - NOTAS
 
 
 
 
[3] ¿Habría que juzgar a Vladimir Putin?,- artículo de Thierry Meyssan (Red Voltaire, 12/10/2016)
 
[4] EU will give Assad money if he allows Al Qaeda jihadists to rule over parts of Syria,- información de Alex Christoforou (The Duran, 5/12/2016)
 
[5] Aleppo: The truth that the western media refuses to report,- crónica publicada en Tal Fanzine (15/12/2016). El texto puede leerse originalmente en el muro de Facebook del sacerdote Andrew Ashdown
 
[6] Por qué los atentados en Egipto,- artículo del escritor y analista Mikel Itulain (¿Es Posible la Paz? 14/12/2016)
 
[7] Los movimientos de China y Rusia acotan, aún más, a Occidente,- artículo del periodista y politólogo Alberto Cruz (CEPRID, 13/12/2016)


Publicado originalmente en: El Mirador Global