El régimen de EE.UU. anunció el pasado jueves 8 de diciembre a través de un comunicado que levanta las restricciones al suministro de armas, municiones y equipos militares dirigidas a sus “aliados en Siria”, es decir, a los grupos terroristas y demás mercenarios sin escrúpulos que llevan luchando desde 2011 por un “cambio de régimen” en Siria. En realidad nunca dejó de armarlos y apoyarlos, más allá de la retórica.
Unos días antes, el 5 de diciembre, Rusia, China y Venezuela frenaron en el Consejo de Seguridad de la ONU una propuesta de resolución presentada por España, Egipto y Nueva Zelanda que pretendía imponer “un alto el fuego” en Alepo, es decir, imponer una nueva tregua-trampa para evitar la derrota total de los terroristas en esa ciudad, derrota que, por otra parte, es ya un hecho sobre el terreno. En el caso de España, esta “iniciativa” del gobierno neoliberal de Rajoy ante la ONU no provocó ningún debate político ni mediático – ni previo ni posterior – sobre el papel de España respecto a Siria o su papel dentro de la OTAN, lo cual demuestra, por un lado, la enorme manipulación existente sobre este asunto y que se refleja en la existencia de un aparente “consenso” general basado en la ignorancia de la población; y por otro, la complicidad y/o cobardía de unas fuerzas de izquierdas que asumen la versión oficial de los hechos y en algunos casos se muestran más pro-imperialistas que la propia derecha convencional (como se ha vuelto a comprobar, por ejemplo, con unas recientes declaraciones del “izquierdista” Santiago Alba Rico). El apoyo de esta “izquierda” a la guerra de invasión contra Libia o más tarde al golpe neonazi del “Euromaidán” en Ucrania así lo demuestra.
Este reciente y acertado veto de Rusia, China y Venezuela ante la propuesta presentada por la OTAN, ha llevado a Estados Unidos, Alemania, Canadá, Francia, Italia y Reino Unido a “preparar un paquete de sanciones contra los países que apoyen el gobierno del presidente sirio”. Mientras todo esto ocurría en el plano político e institucional, el régimen sionista de Israel bombardeaba esta semana el aeropuerto militar sirio de Mezzeh, situado en el suroeste de Damasco y a escasos kilómetros del palacio presidencial sirio. En las últimas semanas el régimen sionista atacó en varias ocasiones diversas instalaciones e infraestructuras sirias, ataques que un portavoz de los terroristas, Khaled Khalaf, agradeció públicamente en unas declaraciones a un canal israelí. Recordemos que el régimen de Israel sigue prestando atención médica a los terroristas salafistas en sus hospitales en los Altos del Golán ocupados.
A su vez, en los últimos días hemos visto cómo los grandes medios corporativos reorientaron el foco de su propaganda sobre Alepo denunciando la “situación humanitaria”, al mismo tiempo que en España se anuncian movilizaciones en varias ciudades para el próximo 12 de diciembre en contra del “régimen sirio” y los “bombardeos de Rusia y Siria contra los civiles”. O dicho de otra manera, se manifiestan en apoyo de los “rebeldes sirios”, es decir, de los terroristas y mercenarios extranjeros que combaten en Siria financiados por la OTAN y las petro-dictaduras del Golfo. Justo ahora que en Alepo la población comienza a ver la luz al final del túnel. ¿Por qué no lo hicieron antes, cuando los terroristas invadieron Alepo y secuestraron a la población civil para utilizarlos como escudos humanos? [1] ¿Dónde estuvieron y qué defendieron durante todo este tiempo?
La única posibilidad para EEUU de salir de la guerra en Siria sin perderlo todo es negociar los términos de rendición con el Gobierno de Asad y Rusia, indicó el exembajador de EEUU en Croacia, Peter Galbraith, en entrevista para CNN. [Sputnik Mundo, 8/12/2016]
Toda esta actividad en el plano institucional, diplomático, militar, mediático y social no es casual. Todos estos agentes, que sirven a los intereses de las grandes corporaciones anglosajonas que los patrocinan, siguen coordinadamente una agenda política con matriz en Washington. Pero sus actuales maniobras sobretodo evidencian la inminente derrota de la OTAN y sus aliados en Siria (aunque la guerra contra Siria no se ha terminado, ni mucho menos). Su desesperación por salvar la vida de sus “escuadrones de la muerte” en Alepo es muy descarada, además de inútil.
La vida de los civiles, desde marzo de 2011 hasta hoy, sólo les preocupa cuando éstas pueden ser utilizadas y manipuladas para atacar al “régimen de Al Assad” y a Rusia (los 55 civiles, incluidos 19 niños, asesinados el pasado 7 de diciembre en Irak por las bombas de EE.UU. y sus aliados tampoco parecen importar mucho en Occidente, ni ha provocado la condena internacional). Los crímenes de sus “rebeldes” se ocultan sistemáticamente, incluidos los asesinatos de miles de policías y militares que se produjeron durante las “pacíficas manifestaciones” que tuvieron lugar en las primeras semanas en las que se inició la mal llamada “primavera árabe” en Siria [2], que nunca fue una “revolución popular” ni “pacífica” [3]. Desde entonces, todas las propuestas occidentales sobre “diálogo”, “treguas” o “acuerdos de paz” en Siria siempre se producen “casualmente” cuando los grupos terroristas están más debilitados y acorralados, y se rompen unilateralmente en cuanto estos grupos terroristas se recomponen, rearman y reorganizan.
Cuando estos grupos terroristas salafistas invadían Alepo y otras muchas ciudades sirias, asesinando a quienes no se unían a su causa o trataban de huir de la barbarie, nadie en Occidente se manifestaba en su contra. Es precisamente ahora que la población civil está siendo liberada en Alepo, cuando los gobiernos occidentales, medios corporativos y “activistas humanitarios” se sienten más preocupados y desolados. Su derrota en Alepo supone un punto de inflexión [4] en la guerra contra Siria, de ahí su desesperación y sus prisas.
REFERENCIAS – NOTAS
[1] ¿Dónde estaba vuestro "No a la Guerra"?,- artículo de Andrei Kononov (La República.es, 9/12/2016)
[2] How narratives killed the Syrian people,- artículo de la investigadora y experta en Oriente Medio Sharmine Narwani (RT, 23/3/2016). Este artículo fue traducido al español por Diego Sequera para la página Misión Verdad: De cómo las narrativas mataron al pueblo sirio (23/3/2016)
[3] Las revueltas en Siria no son ni fueron una rebelión popular ni pacífica,- artículo del escritor Mikel Itulain (¿Es Posible la Paz? 1/5/2013)
[4] Alepo: punto de inflexión,- artículo del analista internacional Eduardo Luque Guerrero (El Viejo Topo, 8/12/2016)
Publicado originalmente en: El Mirador Global
Publicado originalmente en: El Mirador Global
No hay comentarios:
Publicar un comentario