domingo, 25 de septiembre de 2016

Ensayo fotográfico de Eva Bartlett: Alepo y pueblos cercanos devastados por los rebeldes "moderados" de EE.UU.

La parte norte de la ciudad de Alepo ha sido una de las ciudades de la República Árabe Siria donde se han reportado más falsedades. Los medios y las ONG occidentales y del golfo ignoran continuamente la realidad de la vida en esta ciudad con más de 1.5 millones de ciudadanos y, contrariamente, lanzan campañas de propaganda organizadas en contra del gobierno sirio y el Ejército Árabe Sirio (EAS) y a favor de los terroristas etiquetados como "rebeldes"; mientras ignoran sus lanzamientos de una serie de misiles, cohetes, bombas hechas de garrafas de gas lanzadas de morteros infernales, balas explosivas y mucho más, contra los ciudadanos en la mayor parte de Alepo. 

Las facciones terroristas que ocupan ciertas áreas de Alepo incluyen a Jabhat al-Nusra, Ahrar al-Sham, el llamado "Ejército Libre Sirio" y los mercenarios Nour el din Zinki, quienes decapitan a niños. 


En julio y en agosto de 2016, viajé en coche hacia Alepo para reunirme con doctores y ciudadanos comunes, y para escuchar sus testimonios de la vida en la ciudad que ha estado muchas veces sitiada por terroristas y que está siempre bajo bombardeos y disparos de francotiradores terroristas. 

También tuve la oportunidad de visitar Nubul, ubicada al lado de Zahra'a; dos pueblos al norte de Alepo que estuvieron bajo el cerco devastador por parte de facciones terroristas, que duró 3 años y medio hasta que el EAS y sus aliados lo levantaron en febrero de 2016. Los residentes aguantaron períodos prolongados de hambruna, fueron el blanco de bombardeos terroristas, y, debido a la falta de medicinas, tratamiento médico y condiciones sanitarias, sufrieron enfermedades que de otra forma pudieron haber sido tratadas. 

La carretera principal hacia Alepo pasa por Idlib y las gobernaciones de Alepo. Debido a la ocupación del campo por parte de los terroristas, la única manera de entrar en la ciudad ha sido a través de la carretera Khanasser, yendo hacia el sur de la carretera Ramouseh; un terreno estrecho de 500 metros que era peligroso debido a los francotiradores y a los bombardeos terroristas. 

En agosto, la carretera Ramouseh fue cerrada debido al incremento de los bombardeos y francotiradores terroristas, y de forma subsecuente, debido a la ocupación de los distritos en Ramouseh y sus alrededores. 

Al norte de la ciudad, la carretera Castello - la cual consiste en su mayor parte de tierra con baches y está enmarcada con el paisaje de vehículos destruidos durante la lucha contra el terrorismo - es ahora la única forma de llegar a la ciudad. Aunque está asegurada por el Ejército Árabe Sirio (EAS) y sus aliados, la carretera es, de todas formas, el blanco de morteros de terroristas que ocupan áreas en las afueras de Alepo; como fue el caso durante la mañana que dejé Alepo. 

Durante el viaje de agosto, visité las áreas liberadas de Bani Zeid y el distrito industrial de Lairamoun. Ambas zonas son escenas de devastación por la lucha contra los terroristas que al fin fueron vencidos. 

A continuación verá fotos de las dos visitas. 

Al manejar por la carretera de Khanasser, uno pasa los cascajos de camiones y vehículos, destruidos por alguno de los ataques sobre la carretera por parte de Daesh u otros terroristas. 

En muchas partes de la carretera Khanasser, así como la carretera de este a oeste que lleva a Ithriya, los terroristas de Daesh flanquearon una parte de la carretera, a tan solo 2 o 3 kilómetros; y los llamados "Ejército Libre Sirio", al-Nusra y otras facciones, flanquearon la otra parte. 
Al entrar a Alepo por la vía del sur de la carretera Ramouseh, los barriles apilados, y luego, terraplenes de arena y tierra, cubren los coches de las balas de francotiradores terroristas. Cinco conductores fueron asesinados por francotiradores en esta parte de la carretera de Ramouseh. Esta vía alternativa era el principal medio para entrar a Alepo. Los civiles que viajan en camiones, autobuses y vehículos en la carretera son los posibles blancos de los terroristas respaldados por Occidente.
Al pasar una fábrica de cemento a casi 500 metros de la carretera, detrás de la cual se encuentran terroristas ocupando Sheikh Saeed, el conductor me explicó: "aquí caen muchos morteros", y abrió una ventana para que no se rompiera por la presión. Después, me explicó que, a lo largo de los siguientes 500 metros, el peligro por balas provenientes de francotiradores era alto.
Un residente de Alepo: "si tú vas derecho unos 200 metros desde este punto, es una tierra de nadie, en ambas direcciones. Aún hay personas viviendo ahí, pero es peligroso para ellos por los morteros y los francotiradores. En los bordes, ponen grandes pedazos de tela para ocultar la visión de los francotiradores". Dicho esto, los francotiradores aún podrían disparar de forma aleatoria a través de la tela si quisieran. 



Residente de Alepo: "Alepo era una ciudad hermosa, pero ahora es fea. Las personas que perdieron sus tiendas en Ciudad Vieja, vienen aquí y ponen sus tiendas en las aceras. Ahora, los transeúntes tienen que caminar por la calle porque las aceras están llenas de tiendas. En todas partes hay cables eléctricos de generadores privados, no tenemos un suministro normal de energía". 



Las plantas eléctricas se encuentran en áreas controladas por facciones terroristas. Durante años, los residentes de Alepo han sufrido la falta de luz y lo compensan comprando generadores que suministran electricidad. No son baratos, por lo que algunos optan por sólo comprar el valor de 1 amperio, que según el residente de Alepo, Nabil Antaki, cuesta alrededor de 4000 libras sirias por mes (el equivalente a 8 dólares estadounidenses). Dos amperios funcionan para encender un televisor, 4 amperios un refrigerador, una televisión pequeña y algunos focos. 



El barrio Azizia. En un bloque de unos 50 apartamentos a ambos lados de la calle, solamente siete tienen alguna señal de electricidad: uno, una pantalla de televisión; otros, luces tenues. Todos los residentes de este edificio se han ido. No hay electricidad ni agua, es una noche calurosa y sofocante, algo que los residentes de Alepo han aguantado durante años. 

Desde la distancia, las áreas protegidas por el gobierno de Alepo aparecen sin daño alguno. Sin embargo, como manifestó el Dr. Nabil Antaki: "Desde julio de 2012, la principal zona de Alepo recibe cada día morteros, bombas y garrafas de gas, lanzadas por los "rebeldes" a los civiles que viven en Alepo. Aquí hay más daño humano que allí, pero menos destrucción física, porque aquí estamos recibiendo morteros y bombas de garrafas de gas. Si un mortero impacta contra un edificio, podría hacer un agujero del tamaño de una ventana, pero también mataría a cinco personas a la vez. En la parte de Alepo bajo el control del gobierno, todos los días tenemos docenas de heridos y muertos". Sólo desde el 23 al 30 de abril, 120 residentes de Alepo murieron y hubo más de 800 heridos por los bombardeos terroristas, según el Dr. Zaher Buttal, jefe de la Asociación Médica de Alepo. 


Más allá de la histórica ciudadela de Alepo, se ven señales de la lucha contra los terroristas, que se han metido en bunkers profundamente bajo tierra; como ya hicieron cuando ocuparon Homs y otros lugares de Siria. La Ciudad Vieja de Alepo ha sufrido una inmensa destrucción por una guerra que Siria nunca pidió. El área de Alepo bajo la protección del gobierno acoge a miles de refugiados que han huido de las zonas de la ciudad ocupadas por terroristas. 


Las oraciones del Ramadán en la mezquita Rowda, donde el Gran Muftí Hassoun solía dar sus sermones. Según su asistente, antes de la guerra contra Siria, alrededor de 500 mujeres acudían a rezar regularmente a la mezquita. "Hace seis meses más o menos, un mortero golpeó la mezquita. Rebotó sobre el domo y cayó afuera, en el patio. Había casi 400 niños aprendiendo el Corán. Si hubiera atravesado el techo, hubiera matado a muchos niños", me dijo. Los devotos en esta mezquita son en su mayoría suníes, en una ciudad asegurada por el gobierno sirio. Esto es notable, ya que, contradice la propaganda descarada de los medios occidentales acerca de una guerra sectaria, un "levantamiento suní en contra del gobierno".
Desde el distrito de Azizia, el 4 de julio, a una distancia de medio kilómetro, la explosión de una bomba lanzada por terroristas. Alrededor de las 17:00 horas. Este es un momento con mucho movimiento, cuando las calles están llenas de coches y transeúntes. Los terroristas saben que pueden matar y mutilar a más civiles cuando atacan en estas horas movidas. Minutos después, un explosivo anti-aéreo cayó aproximadamente a 15 metros de donde yo me encontraba en Azizia. Si hubiera caído en uno de los vehículos estacionados, hubieran ocurrido más desgracias. Un día después, la bala de un explosivo igual mató a la madre de un amigo de Alepo, en su casa. 
Basura de bombas hechas de garrafas de gas en el campo alrededor de Alepo y en el camino hacia Nubl y Zahra'a. Éstas, y variaciones más grandes, son lo que los terroristas apoyados por Occidente han lanzado como lluvia sobre la ciudad de Alepo, así como en las ciudades sitiadas de Foua y Kefraya, en la gobernación de Idlib. Estas bombas de garrafas de gas manufacturadas localmente, que son lanzadas en contra de los civiles diariamente, prácticamente no son mencionadas en los medios corporativos, aunque su impacto es mortal. 



El 3 de febrero de 2016, aproximadamente 65.000 personas de las ciudades de Nubl y Zahra'a, que estuvieron bajo el cerco de facciones terroristas de los llamados "Ejército Libre Sirio", al-Nusra y facciones afiliadas durante tres años y medio, fueron liberadas del collar que los estrangulaba. Zeinab Sharbo, de 25 años, y Monthaher Khatib, de 26; cada una tiene niños pequeños que sufrieron por falta de comida y elementos básicos y vitales, y fueron traumatizados por los bombardeos terroristas contra estos pueblos. Aunque los medios corporativos, cuando se dignaban a mencionar estos pueblos, usualmente se centraban en su composición predominante de chiítas, los sunitas también viven allí. De acuerdo con Zeinab, "el sectarismo no era un problema antes, éramos hermanos y hermanas, nos casábamos con pueblos vecinos".
Abdul Karim Assad, 7 años, tiene una desfiguración dolorosa en su cara debido a un mortero lanzado por terroristas que quemó su cara. Dado que se encontraban bajo el cerco en ese entonces, el niños solo fue tratado con atención médica básica, en un hospital escueto en Zahra'a. El niño no es originario de Nubl, sino de Idlib, de dónde su abuelo huyó cuando los terroristas invadieron la ciudad. Él es otro niño para un cartel sobre el terrorismo infligido en Siria. 



Niño que padece lo que parece ser leishmaniasis en etapa temprana, una enfermedad relacionada con la basura y las aguas residuales transmitida por picaduras de flebótomos y que causa lesiones dolorosas. Si no es tratada, puede empeorar hasta convertirse en una desfiguración facial permanente. 



Los más de 1,5 millones de residentes de Alepo, dependen de camiones que les traen desde fuera lo básico para la vida. Dado que no pueden utilizar la carretera principal, y ahora tampoco pueden utilizar la carretera pavimentada de Ramouseh, los camiones viajan una distancia larga sobre muchas de las carreteras llenas de tierra para entrar en Alepo por el norte. 



La prisión Central de Alepo, sitiada en muchas ocasiones por terroristas de Ahrar al-Sham, Jabhat al-Nusra y Daesh (EI) durante más de un año y medio; liberada en mayo de 2014. Los prisioneros pelearon junto con el Ejército Árabe Sirio en contra de los terroristas que los atacaban. De acuerdo con al-Akhbar, "830 prisioneros murieron de hambruna y tuberculosis" durante el cerco. 



La puerta hacia la ciudad industrial de Sheikh Najjar, un distrito amplio donde las fábricas fueron saqueadas sistemáticamente y llevadas a Turquía. Las grabaciones tomadas en noviembre del 2012, muestran camiones grandes transportando el equipamiento y la maquinaría que fueron saqueados por el llamado "Ejército Libre Sirio". Miles de fábricas han sido saqueadas en Alepo por terroristas que ocupan distritos industriales. 



Hasta julio del 2016, el norte de la carretera de Castello y las áreas cercanas estaban ocupadas por terroristas. Ahora, esta ruta de tierra liberada y llena de baches es la única forma de entrar a Alepo. 



Mientras nos movíamos a través de la carretera de Castello, un soldado para el coche y advierte, "no se acerque tanto a los coches alrededor suyo, deje espacio". En caso de que uno de los vehículos sea atacado, dejar espacio minimiza el número de víctimas. En la distancia, el yermo de edificios de Bani Zeid, destruidos, pero ya no ocupados por los terroristas. 



La antigua ruta de suministro para los terroristas que ocupaban áreas en el norte de Alepo, llena de vehículos de terroristas destruidos en la batalla para asegurar la carretera Castello y sus alrededores. Si bien es segura, los terroristas de áreas más alejadas todavía disparan morteros hacia Castello, como fue el caso en la mañana que salí de Alepo, cuando un soldado sirio hizo señales con los brazos a los coches, advirtiendo con urgencia a los conductores: "están cayendo morteros, vayan rápidamente". 

La destrucción en Bani Zeid y la zona industrial de Lairamoun era enorme, dada la presencia de terroristas atrincherados en el distrito desde 2012, quienes disparaban sus cohetes, misiles, morteros, bombas de garrafas de gas y balas explosivas contra la población civil de Alepo desde estas y otras áreas que todavía infestan. Fars News informa: "Los grupos terroristas han estado saqueando la maquinaria y las líneas de producción de más de 1.000 fábricas y talleres en la zona industrial de al-Lairamoun desde 2012 y las han trasladado a Turquía, dijo el director de la Cámara de Comercio de Alepo". 

Si bien limpiar y reconstruir será un proceso largo, estos distritos liberados ya no son una fuente de terrorismo. (Vea "Manufactureros determinados a reconstruir fábricas en Alepo".) 


Edificio utilizado como una base para los terroristas de las Brigadas n° 16, del llamado "Ejército Sirio Libre". Las líneas de barriles sirvieron como bunkers para los francotiradores. 



En un foco del terrorismo, escrito en uno de los pilares: "Yousef Hayani". Hayani fue líder de las Brigadas n° 16, del llamado "Ejército Sirio Libre". 



En los distritos liberados al norte de Alepo, además de la destrucción, se ven recordatorios dolorosos de la presencia de los terroristas. Esta bandera es representativa del peor terrorismo que el mundo haya conocido. 



A continuación, un civil de Alepo que se ofrece como soldado para proteger el distrito industrial liberado de Lairamoun. Representante de los defensores de Siria, este hombre también tiene tres hijos en el ejército y un hermano martirizado por proteger a Siria. 



Ahmed (abajo) duerme igualmente en Lairamoun, protegiéndola, y ha sido un soldado voluntario durante 4 años. "Éramos civiles, pero nos ofrecimos para proteger a nuestro país". 
La Defensa Civil en Alepo carece del equipamiento adecuado debido a que los terroristas robaron 12 de sus camiones de bomberos y 3 ambulancias; y debido a las sanciones occidentales criminales en Siria. Los equipos de rescate necesitan camiones pequeños y grandes de bomberos, ambulancias, equipos de rescate y máscaras apropiadas. Un hombre del equipo de voluntarios, Mohammed Ahmed Dabbish, murió el 2 de agosto, cuando los terroristas atacaron su misión de rescate con gas tóxico. 



El Dr. Zaher Buttal, director de la Asociación Médica de Alepo, confirmó que hay más de 4.100 doctores registrados y activos en Alepo, incluyendo a casi 800 doctores especialistas y cirujanos (vea: "Medios corporativos occidentales hacen "desaparecer" a más de 1.5 millones de sirios y a 4.000 doctores") "Los civiles son el blanco. El único fin de los terroristas es asesinar a los ciudadanos, especialmente a los niños. Ellos no están atacando al ejército". De acuerdo con el Dr. Buttal, desde el 31 de julio hasta nuestra reunión el 15 de agosto, 143 civiles (incluyendo 23 mujeres y 54 niños) fueron asesinados por los ataques de terroristas en la ciudad. 



El hospital de maternidad Dabeet fue destruido en el interior y muy dañado en el exterior, el 3 de mayo de 2016, por el lanzamiento de misiles terroristas. Éste es uno de los numerosos hospitales atacados por los terroristas en Siria. El ataque del 3 de mayo mató a tres mujeres. Una semana más tarde, el hospital fue alcanzado por el fuego de morteros terroristas. El hospital Kindi de Alepo, destruido por los terroristas, fue uno de los mayores hospitales de cáncer en la región. "Sólo en los primeros tres años de esta guerra, antes de que el EI llegara a Siria, los grupos armados respaldados por la OTAN y la monarquía del Golfo habían atacado sistemáticamente a más de dos tercios de los hospitales públicos en Siria, y habían asesinado, secuestrado y herido a más de 300 trabajadores de la salud", escribió el profesor Tim Anderson. 



Un pequeño parque público en Azizia. Las personas desplazadas frecuentan este tipo de parques, para salir de los apartamentos pequeños o refugios suministrados por el gobierno en los que viven. El 22 de julio, en otro de los parques de Alepo, "murieron cinco civiles, entre ellos un niño y una mujer, y otras 27 personas resultaron heridas debido a un bombardeo de misiles por parte de terroristas en el parque público", informó SANA (foto aquí). 



Taxi de un conductor armenio que lamentó que la guerra contra Siria esté haciendo que el país retroceda 100 años. Este es un sentimiento comúnmente expresado en Siria, cuyas ciudades y reliquias antiguas han sido destruidas o robadas por los terroristas de todas las facciones; cuya infraestructura ha sido atacada sistemáticamente por los terroristas; y cuya economía ha sido destrozada por la combinación de la guerra contra Siria y las salvajes sanciones occidentales contra el pueblo de Siria.
Artículos para la venta en una tienda de carretera al norte de Alepo. En medio de la ropa de estilo militar, banderas sirias y otros artículos, hay colgantes y pañuelos palestinos. Los medios de comunicación occidentales y los partidarios engañosos de Palestina, han mentido durante años acerca de la relación entre Palestina y Siria; haciendo caso omiso de la presencia de numerosas unidades de soldados palestinos que luchan al lado del Ejército Árabe Sirio en la defensa de Siria. 


El periodista de Alepo, Lama Khaly me dijo: "No nos ocupamos de ellos como refugiados, no los pusimos en campamentos. Les dimos todos sus derechos y la libertad de permanecer donde quisieran. Tienen los mismos derechos a la educación y atención sanitaria gratuitas, así como al trabajo profesional. Trabajan como sirios, son tratados como sirios, y son considerados sirios". (Ver el artículo relacionado: "Robo de Palestina: ¿Quién arrastró a los palestinos al conflicto de Siria?") 




Publicado originalmente en: SOTT 

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