Adolf Hitler escribió en su autobiografía de 1925, llamada Mein Kampf, que la mejor manera de manipular la opinión pública de forma masiva era usar la "gran mentira", una mentira tan "colosal" que nadie creería que alguien "pudiera tener el descaro de distorsionar la verdad tan vilmente".
Según Hitler, un ejemplo de la "gran mentira" se ha visto en la forma en que los judíos culparon al general alemán Eric Ludendorff de la derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial. Después de la Primera Guerra Mundial, Ludendorff había popularizado la idea de que Alemania había perdido la guerra porque había sido "apuñalada por la espalda" por marxistas y bolcheviques —muchos de los cuales eran judíos— que dirigieron la revolución alemana entre 1918 y 1919; que fue digna de crédito por ayudar a poner fin a la participación alemana en la guerra. Así que las acusaciones contra Ludendorff fueron una respuesta a sus alegaciones contra los judíos.
Más tarde, Joseph Goebbels lanzó una versión ligeramente diferente de la "gran mentira" en un artículo del 12 de enero de 1941 titulado "De la fábrica de mentiras de Churchill":
"El secreto esencial del liderazgo inglés no depende de la inteligencia particular. Más bien, depende de una cerrazón notablemente estúpida. Los ingleses siguen el principio de que cuando uno miente, uno debe mentir a lo grande, y atenerse a tal mentira. Ellos mantienen sus mentiras, aún ante el riesgo de hacer el ridículo".
Mientras que ni Hitler ni Goebbels proporcionaron pruebas sólidas para sostener su afirmación de un uso consciente de la "gran mentira" por parte de sus enemigos, el concepto ha perdurado porque refleja muy bien lo que el ser humano promedio entiende de manera general e intuitiva acerca de la estructura psicológica de otros seres humanos: que la mayoría de las personas dicen la verdad, más o menos; y cuando mienten, lo hacen en gran medida por omisión; para excusarse o protegerse en escenarios que son comprensibles (o incluso defendibles). Pocas personas podrían esperar que una persona mienta sin motivo o de forma tan escandalosa (en particular sobre una cuestión moral) que llegara a invertir completamente la verdad. Y para agravar aún más la cuestión, está el hecho de que la mayoría de las personas suponen que las personas con autoridad son naturalmente más honestas y honradas que ellas mismas, por lo que las "grandes mentiras" oficiales son aún menos plausibles para el promedio de la gente.
Así que la idea de que, por ejemplo, una persona que ha pasado su vida trabajando por su amor a los valores humanitarios y pacifistas, y proclamando esto en voz alta, pudiera ser también un belicista secreto que no dudaría en matar a cualquiera si esto sirviera a sus intereses, es una idea ajena para la persona promedio. Sin embargo, el problema es que hay muchas pruebas de que existen tales personas, y que están sobrerrepresentadas en los puestos de poder e influencia sobre la gente común de este mundo.
Mirando el lado positivo, los acontecimientos en Siria en los últimos años le han presentado la gente común de este mundo una oportunidad relativamente rara de ver la "gran mentira" exhibida abiertamente, así como la oportunidad de identificar a los individuos que la promueven.
Considere el hecho de que, hace dos días, aviones militares estadounidenses bombardearon las posiciones del ejército sirio, el cual estaba luchando activamente contra los terroristas de ISIS en el momento. Decenas de soldados murieron. En el período inmediatamente posterior al ataque, y gracias a los bombardeos, los combatientes de ISIS se trasladaron a la posición que tenía antes el ejército sirio.
En su respuesta al incidente, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, emitió una disculpa característicamente hueca, indicando que el gobierno de Estados Unidos "lamenta" el bombardeo y "nunca tendría como blanco intencional a las fuerzas sirias". Pero también repitió la mentira de que Assad estaba "bombardeando indiscriminadamente a la gente" y que impedía "el acceso humanitario" a Siria. En la reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU exigida por Rusia debido al bombardeo, la embajadora de Estados Unidos ante la ONU —la siempre encantadora Samantha Power— aprovechó la oportunidad para denunciar histéricamente a Rusia por exigir la reunión, y la describió como un "truco repleto de moralismo y grandilocuencia" que fue "singularmente cínico e hipócrita".
Power también repitió la "gran mentira" de su jefe, a saber, que Rusia y Siria habían "bombardeado a civiles inocentes" en repetidas ocasiones y que el gobierno sirio había utilizado armas químicas y "patentado la práctica de bombardeos dobles". A pesar de las acusaciones de Power, no hay evidencia de que Rusia o Siria hayan bombardeado a civiles inocentes, o de que el ejército sirio "bombardeara indiscriminadamente". ¿Y eso qué significa? ¿Que Assad está bombardeando a todo el mundo? ¿Tal vez está bombardeando a su propio ejército? ¿O tal vez Kerry y Power quieren decir que él bombardea a todos los terroristas, incluso a los que Estados Unidos apoya? Si es así, ¡qué lástima! ¡Cuando un grupo toma las armas (con ayuda extranjera) para expulsar a un gobierno elegido democráticamente, dicho gobierno tiene todo el derecho de pedir a sus militares que bombardeen a los golpistas! En cuanto a la calumnia de la ''armas químicas", la única prueba de la utilización de armas químicas en Siria apunta a los "rebeldes" respaldados por Estados Unidos (compruébelo usted mismo).
Pero el premio a la mentira hipócrita más atroz se la gana la declaración de Power acerca de los "bombardeos dobles".
El concepto de un bombardeo doble es producto del cerebro infantil de dos jefes de policía británicos que trabajaban en Shanghái durante la década de los treinta, por lo que el gobierno sirio difícilmente pudo haberlo "patentado". Además, la práctica está más comúnmente asociada a los bombardeos de aviones no tripulados estadounidenses, que se realizan mayormente en contra de civiles inocentes, en lugares como Irak, Yemen, Pakistán y Afganistán. Pero la verdadera cereza en el pastel de porquería que Power presentó ante la ONU, fue el hecho de que, 24 horas después de que ella hiciera su falsa acusación de "bombardeos dobles", un ataque aéreo estadounidense en Afganistán mató a 8 policías en un (¡adivinaste!) "bombardeo doble".
Un ataque aéreo inicial mató a un policía la noche del domingo, mientras que un bombardeo de seguimiento hacia los primeros respondedores mató a al menos otros siete, dijo Rahimullah Khan, comandante de la unidad de la policía de reserva en Uruzgan, según Reuters.
Ya ni siquiera hay cabida para la ironía con Samantha Power, un ejemplo clásico de una psicópata asténica con un complejo mesiánico de "salvar el mundo".
Cambio de régimen por medio de la "ayuda humanitaria"
Aquellos que recuerdan la génesis del conflicto sirio sabrán que, desde el primer día, el gobierno de Estados Unidos y sus aliados no han ocultado el hecho de que su objetivo era eliminar al gobierno democráticamente electo de Assad en Siria. Para lograr este objetivo, el gobierno de Estados Unidos ha estado entrenando, financiando y armando de manera activa a combatientes mercenarios yihadistas como el EI. Por lo que la declaración por parte del gobierno de Estados Unidos de que están "luchando contra el EI" en Siria y que están preocupados por "el acceso humanitario" es otro claro ejemplo de una "gran mentira" que diseminan para el público occidental. La verdad es que el gobierno de Estados Unidos ha estado intentando derrocar al gobierno sirio de manera activa; a través del uso de fuerzas subsidiarias mercenarias yihadistas, porque no le importa la difícil situación de la gente de Siria, y está más que dispuesto a bombardear al ejército sirio siempre que se presente la oportunidad.
Los que han estado prestando atención también recordarán que fue Rusia la que inició el proceso de las conversaciones de paz (dos veces) y también lanzó la entrega de ayuda a la gente de Alepo y otros pueblos y ciudades de Siria. Esto, obviamente, se llevó a cabo con la plena aprobación del gobierno sirio. Así que el hecho de que Kerry justifique el bombardeo de las tropas sirias afirmando que "Assad está impidiendo que la ayuda humanitaria entre a Siria" es extremadamente cínico.
En el Departamento de Estado estadounidense, el término "ayuda humanitaria" tiene un significado muy diferente al que encontrará en el diccionario. Durante décadas, el gobierno de Estados Unidos y las agencias de inteligencia afiliadas a éste han utilizado el pretexto de la "ayuda humanitaria" para infiltrarse en países extranjeros con agentes de quinta columna que tienen la tarea de derrocar a un gobierno de turno. En una zona de guerra, el mismo ardid se utiliza para lograr por medios "pacíficos" aquello que no puede lograrse a través de la violencia. En este caso, el acceso y el control de grandes partes de Alepo.
Así que no se distraigan con la carta de la "ayuda humanitaria" que está siendo jugada por los símiles de John Kerry. Rusia y Siria están intentando negociar un alto el fuego con EE.UU. y sus mercenarios yihadistas de manera vigorosa; para que la ayuda verdadera de Rusia y Siria pueda ser entregada a la gente de Siria por su propio gobierno y sus aliados. EE.UU., por el contrario, está usando cínicamente el ardid del alto el fuego y de la "ayuda humanitaria de la ONU" para obligar a los militares sirios y rusos a detener el bombardeo a los terroristas yihadistas estadounidenses que están tratando de derrocar al gobierno sirio contra la voluntad del la mayoría del pueblo sirio; y para dar el control de Alepo a los yihadistas de Estados Unidos.
Los lectores astutos también se darán cuenta de que este escenario hace que la agencia de ayuda de la ONU se establezca en el papel de títere para el cambio de régimen del gobierno estadounidense; especialmente a la luz de los bombardeos de anoche contra un convoy de ayuda de la ONU, del que EE.UU. culpó a Rusia y a Siria, inmediatamente y sin ninguna prueba. Dado que se dio inmediatamente después del ataque estadounidense a las fuerzas sirias y la afirmación de Kerry de que "Assad está bombardeando indiscriminadamente a la gente y no permite que la ayuda entre a Siria"; podemos concluir razonablemente que fue el ejército de Estados Unidos (o sus yihadistas subsidiarios) quien atacó deliberadamente al convoy para proporcionar "evidencia" de que la alegación falsa de Kerry contra Assad era cierta.
El resultado final, conscientemente fabricado por EE.UU., es que todos los convoyes de ayuda al pueblo sirio asediado ahora se han detenido, el cese del fuego mediado por Rusia fue destruido y los ataques contra el pueblo sirio por los yihadistas de Estados Unidos se han reanudado fervorosamente.
¡Vaya humanitarismo! Samantha Power debe estar orgullosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario