martes, 7 de noviembre de 2017

¿Un final en Siria?



¿Un final en Siria?
En el frente, las victorias más sonadas del Ejército Na-cional y sus aliados incluyen la ocupación de la ciudad de Deir Ezzor. (AFP)

  • Siria: Es un país soberano del Oriente Próximo, en la costa oriental mediterránea. Su superficie es de 185 180 km².Comparte fronteras con Turquía por el norte, Irak por el este, Israel y Jordania al sur, y Líbano por el oeste. Posee una población de 20 millones de habitantes, donde su gran mayoría profesa el islam.
  • Estado Islámico: Surgió en el 2003 como una organización terrorista próxima a Al Qaeda para hacer frente a la invasión de Irak. Es un grupo terrorista insurgente, asentado en un amplio territorio de Irak y Siria. Se organiza como un Estado no reconocido, ya que controla varias ciudades como Mosul, Faluya o Al Raqa, siendo esta última considerada su capital.


Los más optimistas afirman que la derrota del Estado Islámico en Siria está muy cerca..
Hay un elemento que no se puede desdorar ni pasar por alto: si Siria mantiene buena parte de su integridad territorial y ha puesto en jaque la agresión externa personificada en el Estado Islámico, EI, Al Nusra y otros grupos armados al servicio de los intereses imperiales, ha sido por el consecuente y decidido respaldo militar de Rusia, Irán y el Hizbolá Libanés.
Estos tres factores, junto a la firmeza del pueblo y las autoridades legítimas sirias, le están dando un verdadero tiro de gracia  a la concreción del plan hegemonista norteamericano, sionista y árabe-raccionario, de remodelar un Oriente Medio al gusto de sus mezquinos intereses.
En el frente, las victorias más sonadas del Ejército Nacional y sus aliados incluyen la ocupación de la ciudad de Deir Ezzor, otro de los puntales del terrorista EI en suelo sirio, y las exitosas operaciones en Homs, en la región central; Hama, en el centro oeste; y Al-Raqa, en el norte.
Precisamente, noticias recientes daban cuenta de las cuantiosas bajas y daños propinados a los terroristas en las cercanías de Abu Kamal, cerca de la frontera con Iraq, a cuenta de andanadas de misiles cruceros rusos Kalibre disparados desde el submarino Kólpino, ubicado en el mar Mediterráneo, y desde bombarderos estratégicos TU-22 llegados al escenario de combate desde sus bases en Rusia luego de un vuelo de cinco mil kilómetros. Estos aviones fueron apoyados por bombarderos SU-24 y SU-34 con asiento en Siria.
No es de dudar entonces que justo estos importantes avances bélicos motivaron las declaraciones del coronel general Vladimir Shamanov, presidente del Comité de Defensa de la Duma, la Cámara Baja del Parlamento de Rusia, quien vaticinó que para fines de año “las fuerzas gubernamentales deben restablecer el control sobre la frontera oriental de Siria”, con lo cual el grupo terrorista EI ya no existirá como una “estructura militar organizada” en ese país árabe.
En el frente político, mientras tanto, los avances en la más reciente conferencia de Astaná sobre el conflicto sirio, muestran que las victorias militares oficiales han desempeñado un importante peso en la mesa de negociaciones con la oposición, toda vez que grupos armados de esas facciones han entregado sus pertrechos y optado por la vía del diálogo.
 A ello se suma la expresa voluntad de Damasco, a través del propio presidente Bashar el Assad de persistir en el fin del terrorismo, a la vez que poner en marcha un amplio programa de reformas internas que comprende elecciones generales, adopción de una nueva Carta Magna, y el establecimiento de la reconciliación y el diálogo entre todas las capas de la sociedad.
De todas formas, los peligros todavía existen. No puede olvidarse la presencia ilegal de tropas norteamericanas y de su llamada “colación internacional” en territorio sirio, no con el declarado propósito de golpear a los terroristas que ellos mismos entrenaron, armaron, pagaron e infiltraron en el país, sino para establecer una pretendida zona libre o falsa república independiente como cuña permanente contra Damasco y contra la integridad de la nación.
En pocas palabras, un embrión de separatismo que siga operando dentro de la estrategia interventora de controlar un área rica en petróleo y a la vez colindante con Rusia y China.
De todas formas, y es algo que tales proyectos no deberían obviar, ahí están las recientes y oportunas afirmaciones de funcionarios del Kremlin en torno a que, “tras la derrota de los terroristas, a finales de este año, Moscú mantendrá sus fuerzas en territorio sirio a fin de prevenir eventuales conflictos que pueden surgir.”
A buen entendedor…


Publicado originalmente en: Cubaora

No hay comentarios:

Publicar un comentario