miércoles, 14 de junio de 2017

La historia del niño sirio herido que convirtieron en propaganda.

En agosto de 2016, diversos medios de comunicación difundieron imágenes de Omran Daqneesh, un niño de tres años herido durante las hostilidades en Alepo oriental. La prensa occidental aseguró que el menor fue víctima de la operación de las tropas gubernamentales sirias y rusas para liberar esa ciudad de los militantes del grupo terrorista Estado Islámico. Además, se viralizó un video en el que los voluntarios de la organización Cascos Blancos supuestamente sacan al chico de los escombros de un edificio.
Casi un año después, un equipo de la televisora Ruptly encontró a la familia Daqneesh, que regresó a Alepo e intenta retomara su rutina, algo posible gracias a la llegada de las tropas de Bashar al Assad.
Mohammad, el padre del menor, explicó lo sucedido en realidad en agosto pasado: nadie intentaba ayudar, sino que utilizaron a su hijo para grabar un video propagandístico.

“Lo filmaron para su propaganda”

Así fue filmado Omran Daqneesh, un niño sirio de solo tres años utilizado para hacer propaganda contra las fuerzas sirias y rusas. Foto: Captura de pantalla/ Youtube.
“Soy Mohammad Kheir Daqneesh, padre del pequeño Omran. Aquí, en el este de Alepo, hubo mucha confusión con los militantes de la oposición y su propaganda. Gracias a Dios, el niño está bien, solo sufrió lesiones menores pero, muchas veces, en sus medios los militantes declararon que había muerto. Más tarde, empezaron a difundir que estaba vivo”, ha contado a Ruptly.
Este hombre recuerda que, en el momento del ataque, se encontraba en casa con su familia. Después, sin hacer caso de sus heridas, el hombre trató de rescatar a sus parientes y los Cascos Blancos solo observaron y grabaron a su hijo herido. “Mientras estaba ocupado salvando a mi familia”, esas personas filmaron “cómo escapaban de los escombros para emplear esas imágenes en su propaganda”, ha relatado.
“Nunca tuvo nada que ver con sus organizaciones ni recibió su llamada ayuda humanitaria”, añadió en referencia a los Cascos Blancos. “Los insurgentes aprovecharon la oportunidad para filmar a Omran cuando yo estaba en casa. Salí y pregunté: ‘¿Dónde están mis hijos?’ Me respondieron que estaban en un hospital, pero a Omran solo le llevaron para tomar fotografías y videos”, ha precisado Mohammad Kheir Daqneesh.

El lado oscuro de los Cascos Blancos

La familia Daqneesh durante una entrevista para la televisión. Foto: @KinanaAllouchePage/ Facebook.
La organización de los Cascos Blancos, que luego adoptó el nombre de Defensa Civil Siria, fue creada a finales de 2012 y principios de 2013 por James Le Mesurier, exoficial del Ejército británico, que empezó a entrenar a los primeros ‘defensores civiles’ en Turquía.
Actúan en los territorios controladas por la oposición armada, sobre todo el Frente Al Nusra, vinculado con Al Qaeda.
Afirman que “salvan a personas de ambos bandos” pero, al parecer, esto no beneficia a quienes son leales al Gobierno sirio.
Los Cascos Blancos reciben donaciones millonarias de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) —asegura haberles asistido con más de 23 millones de dólares—, así como de países como Reino Unido, Dinamarca y Japón y de organizaciones vinculadas al magnate George Soros. Al mismo tiempo, se trata de una de las principales fuentes de acusaciones de todo tipo contra Rusia, incluidas matanzas de niños en bombardeos.

En video, el niño sirio que se convirtió en un símbolo.



Publicado originalmente en: diario octubre

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