jueves, 23 de septiembre de 2021

Las sanciones de EEUU y la UE ahogan al pueblo sirio en plena emergencia.

SODEPAZ y el Área de Paz y Solidaridad de IU organizaron el 7 de abril una videoconferencia para abordar la situación que vive el pueblo sirio, cuando se cumplen 10 años del comienzo del conflicto armado. Pablo Sapag, profesor de la UCM y autor del libro “Siria en perspectiva” ofreció una charla en la que mostró con datos cómo la naturaleza de la crisis en Siria ha pasado de ser militar a económica y social, agravada por la pandemia de la covid-19. El factor internacional, explicó Pablo Sapag, es determinante en ambas crisis, ya que Siria está enfrentando sanciones económicas impuestas unilateralmente por Estados Unidos y la Unión Europea, fuera del marco de Naciones Unidas, que hacen del día a día una odisea para las familias sirias.

Como explicó Pablo Sapag, “los sirios viven una situación económica límite”. El sueldo medio es de 60 mil liras sirias, que equivalen a apenas 18€ al mes. Es la descomunal crisis económica y sus consecuencias sociales lo que hoy en día constituye el primer problema en Siria, toda vez que el conflicto armado ha disminuido sustancialmente su intensidad. El profesor Sapag mostró series estadísticas que indican que 2020 ha sido el año en que menos muertes violentas se han registrado desde 2011 (hasta doce veces menos que en los peores años, como 2013 y 2014). De 17 frentes de guerra que llegó a haber en Siria, queda un frente y medio. “Son frentes periféricos, intermitentes en su capacidad armada y sin capacidad de contaminar al resto del territorio”, explicó Pablo Sapag. Con todo, no se puede olvidar que la guerra ha matado en Siria a más de 350.000 personas.

Las prioridades del gobierno sirio en este momento son combatir la pandemia y capear la crisis económica. La lucha contra la covid en Siria se ha visto complicada porque el 35% de las infraestructuras sanitarias del país fueron destruidas en esta década pasada. Además, las medidas coercitivas impuestas a Siria por EEUU y la UE le impiden abastecerse de material médico de primera necesidad, y complican las transacciones financieras, las importaciones e impiden el envío de remesas internacionales.

Hoy el 75% de la población siria vive por debajo de la línea de pobreza en un país que antes de 2011 tenía autosuficiencia alimentaria, cobertura sanitaria universal y una distribución del ingreso similar a la de Italia o España. Hoy hay desabastecimiento de gasolina, del diésel que se utiliza para calefacción, el suministro eléctrico está racionado en períodos intermitentes de 4h y hay una inflación desbocada, que en 2020 superó el 200%.


CAUSAS DE LA CRISIS ECONÓMICA

Pablo Sapag enumeró cuatro causas que explican esta durísima situación económica que atraviesa Siria:

En primer lugar, por el efecto del conflicto armado. Ha habido un grave deterioro de las infraestructuras básicas (el 52% de la red eléctrica está dañada). Hoy Siria tiene un PIB un 40% inferior al de hace una década (50 mil millones de euros frente a 75 mil millones en 2011).

En segundo lugar, la crisis se debe a las medidas coercitivas unilaterales, no amparadas en el marco legislativo de Naciones Unidas, impuestas por la UE y Estados Unidos. Sapag explicó que antes del comienzo del conflicto armado, Siria ya sufría determinadas sanciones y restricciones, pero se multiplicaron desde 2011. Esas sanciones impiden a Siria comerciar, acceder al mercado financiero internacional, e incluso recibir remesas para poder complementar los salarios devaluados. “El informe de la relatora especial de Naciones Unidas sobre el efecto de las medidas coercitivas es un retrato palmario sobre las consecuencias humanitarias de las sanciones”, afirmó Pablo Sapag, quien recordó que de nada han servido los llamamientos del enviado especial de Naciones Unidas para Siria a la Unión Europea para el levantamiento o al menos el suavizamiento de las sanciones.

Un ejemplo del efecto de las sanciones es que impiden al pueblo sirio abastecerse de lo básico, como el diésel para calefacción o el combustible para movilizarse. En 2011 Siria era un país exportador de petróleo, hoy apenas puede suplir el 30% de sus necesidades, y hay un bloqueo que le impide importarlo.

En tercer lugar, la crisis económica se ve agravada por las duras restricciones de movilidad impuestas por la pandemia, con toques de queda que han llegado a durar 16h y limitan mucho la actividad.

Finalmente, hay una correlación entre la situación económica en Siria y en Líbano.En octubre de 2019 la economía libanesa implosiona y los bancos impiden la retirada de depósitos. Líbano se había convertido en el canal de financiación para Siria, y muchos inversores sirios tenían sus ahorros allí.


¿CÓMO AFRONTA SIRIA LA MAYOR EMERGENCIA DESDE SU INDEPENDENCIA?

El profesor Sapag enumeró las estrategias que las autoridades sirias están empleando para tratar de paliar la situación y responder a las necesidades más inmediatas. Explicó que hay una intensa actividad legislativa, ya que la situación es muy cambiante y las leyes deben adaptarse constantemente. Se ha restringido el acceso al combustible subvencionado; se ha impulsado un sistema de transporte alternativo al coche (trenes de cercanías); se ha eliminado el 25% de los productos que se pueden importar, para conservar divisas y apuntalar la moneda; se ha actualizado el impuesto de compra-venta de bienes inmuebles; se ha aprobado una ley de pequeños emprendimientos para facilitar el autoempleo; se acaba de autorizar el alquiler de vehículos con conductor.

Sapag explicó que el sector agrícola vuelve a ser el más importante de la economía siria: se están reconstruyendo los canales de regadío, para favorecer la producción de frutas y hortalizas. Y se organizan ferias comerciales agrícolas para poner en contacto directo a consumidores y productores, sin intermediarios. Asimismo, se ha impulsado una distribuidora comercial que ya existía (Siria Comercial) y que vende productos de primera necesidad a precio fijo.

Han aumentado las penas para los especuladores y los corruptos. Y se está aumentando la denominación de los billetes, al tiempo que se retiran de circulación los de menor denominación y más antiguos. En suma, asistimos a una profunda transformación del sistema económico sirio, en el que las medidas no responden a un marco ideológico, sino a combatir la emergencia.

A pesar de los esfuerzos del Estado, el pueblo sirio vive en una situación límite, que les supone en su día a día unos niveles de estrés muchas veces equiparables a los de la situación de guerra. Las leyes y los precios cambian cada día. Y han cambiado drásticamente sus pautas de consumo. En un país productor de aceite de oliva, éste ha sido sustituido por otros aceites vegetales más baratos, como el de girasol. La carne, la leche o los huevos han desaparecido de la dieta y la ingesta de calorías está por debajo del nivel recomendado para la inmensa mayoría de la población. Los sirios recurren al autocultivo, y se organizan en cooperativas de compradores para tratar de obtener mejores precios. Han recurrido masivamente a la bicicleta.


EL FACTOR INTERNACIONAL ES DETERMINANTE

“Igual que Siria hizo frente a un conflicto armado brutal – que no puede llamarse guerra civil- hoy los sirios están abocados a hacer frente a esta emergencia económica y social, que tiene también componentes internos y externos. En 2011 Siria tenía problemas internos, pero por sí solos no podían generar el pandemónium que se desató. El factor decisivo fue la intervención exterior”, afirmó Pablo Sapag, estableciendo un correlato con la crisis económica que enfrenta el país.

“En esta actual crisis económica es también decisivo el factor exterior. Sin las sanciones económicas, medidas coercitivas de tipo unilateral que se imponen a Siria, la situación derivada de la pandemia sería mucho más manejable”.

En el turno de preguntas, el profesor aclaró que este año 2021 corresponde celebrar en Siria elecciones presidenciales, de acuerdo con la Constitución aprobada en 2012 (que reemplazó a la de 1973). La Constitución permite dos mandatos consecutivos, se pueden presentar varios candidatos (ya no es el Parlamento el que designa al candidato para que sea refrendado) y la elección es directa. Por tanto, se celebrarán en Siria elecciones presidenciales antes de finales de julio de este año.





Publicado originalmente en: mundo obrero y SODEPAZ