jueves, 22 de octubre de 2020

La pseudo revolución de la llamada Rojava.



"Las FDS-YPG están actuando por la destrucción de Siria, al servicio del imperialismo y por obstaculizar la reconstrucción del país"


Tras la caída del Imperio otomano


Francia y Gran Bretaña en previsión de la victoria en la IGM sobre la Triple Alianza a la que pertenecía el Imperio otomano, acordaron ya, a media guerra, en 1916, un primer proyecto de reparto colonial de los dominios otomanos en el Oriente Medio, plasmado en el Acuerdo de Sykes-Picot. Finalizada la guerra, en el Tratado de Sèvres de agosto de 1920, se hicieron realidad y se plasmaron básicamente los Acuerdos de Sykes-Picot, aunque con ciertas modificaciones. El Tratado de Sèvres, representó por una parte, el fraccionamiento de lo que había sido la Siria histórica, el País de Sham, de la que formaban parte la Siria actualmente conocida, Líbano, Palestina y Jordania, para incorporarlas en los Mandatos de Francia y Gran Bretaña. Así la Siria actual y Líbano quedaron bajo el Mandato francés y Palestina y Jordania bajo el Mandato inglés. A este último se le añadió lo que pasó a llamarse Irak, que era la suma de los Vilayet (provincias otomanas) de Bagdad, Basora y Mosul (Kurdistan iraki).

El presidente norteamericano Woodrow Wilson era especialmente sensible al tema de los kurdos y armenios y otras minorías y quiso darle una solución al problema por lo que ordenó la constitución de lo que sería la comisión King-Crane para verificar la ubicación exacta de dichas poblaciones. En función del resultado de las investigaciones de esta comisión se incluyó en el Tratado de Sèvres la independencia de Armenia en el territorio histórico de los armenios en el nordeste de Turquía (que en breve plazo se anexionara a la Armenia que se había independizado de Rusia en 1918) y se acordó la creación de una comisión para la redacción en 6 meses a partir de la aprobación del Tratado de Sèvres de una autonomía para los kurdos en el sureste de Turquía. Una autonomía que  podría convertirse en independencia si así lo manifestaba la mayoría de su población en un año. Al mismo tiempo, con la eventual independencia de los kurdos en el sureste de Turquía se acordaba abrir la puerta y reconocer una posible adhesión a esta independencia del Vilayet de Mosul, del Kurdistan iraquí, si así lo deseaba su población.  A esta normativa del reconocimiento de Kurdistan y Armenia se incluía la exigencia del reconocimiento de otras minorías en su seno, como los asirios por ejemplo, y el compromiso de Turquía de respetar estas decisiones.

El desmembramiento de Siria se verá agravado con la política de división que a su vez practicaron ambos Mandatos para controlar mejor a sus poblaciones, de manera que el Mandato francés creó dentro de su jurisdicción el Gran Libano como estado separado del resto, y se crearon también divisiones entre los alauitas, drusos y sunitas. En el Mandato inglés se estableció una división clara entre Palestina y lo que al principio era Tansjordania y luego Jordania, además de la división con el nuevo estado de Irak. Para los kurdos, al igual que para los armenios, fue una oportunidad histórica en principio, pero que luego se frustrará como veremos, en el Tratado de Lausana. En cualquier caso es de destacar, que los kurdos sirios no son contemplados en el proyecto de autonomía kurda del Tratado de Sèvres, precisamente por su poca entidad corroborada con las propuestas de la comisión King-Crane,  basando el proyecto en los kurdos de Turquía y de Irak. Tampoco  son contemplados los kurdos sirios en las divisiones que realizó en su jurisdicción el Mandato francés, que no incluye a los kurdos cuando sí incluye por ejemplo a los drusos, o a los alauitas. Este Tratado de Sèvres  hace referencia lógicamente a los kurdos  procedentes del Imperio Otomano y no a los kurdos del Imperio Persa, separados históricamente del resto por las fronteras de ambos Imperios enfrentados.


Mapa del Tratado de Sèvres


Frente a la decadencia  del Imperio Otomano había surgido por otra parte un fuerte movimiento nacionalista turco  impulsado por los llamados “jóvenes turcos” en pro de reformas modernizadoras y de un Estado turco laico e independiente. La derrota en la IGM y el Tratado de Sèvres fueron la gota que colmó el vaso. El líder militar Mustafá Kemal participante del movimiento de los jóvenes turcos, se enfrentó al Tratado de Sèvres por lo que concebía como concesiones territoriales a las potencias imperialistas y a los grupos nacionalistas no turcos, forzando con sus campañas militares contra armenios, griegos…el Tratado de Lausana de 1923, en donde desaparecían las autonomías armenia y kurda y se creaban las bases de lo que sería la República Turca. En el Tratado de Lausana se consagró la división de los kurdos procedentes del Imperio Otomano en tres estados.

Los “jóvenes turcos” en su afán nacionalista proturco veían con malos ojos las minorías cristianas (armenios, griegos pónticos y asirio-caldeos) así como a los yazidíes, al igual que lo hizo el ISIS, realizando una gran masacre entre ellos. Las matanzas contra estas minorías las inicia el sultán Abdulhamid II que pretendía crear una Turquía islamista homogénea. Pero en estas matanzas como en las posteriores los kurdos jugaron un papel importante. De hecho, durante el otoño de 1895, los HAMIDIYE kurdos –regimientos tribales de caballería ligera al servicio del sultán Abdulhamid II- participan en las masacres armenias y de otros grupos cristianos –las “matanzas hamidianas”, con entre 80000 y 300.000 víctimas-, y de 1915 hasta 1923, de nuevo jefes tribales y notables kurdos se alían a los jóvenes turcos para realizar una gigantesca matanza de armenios y otras minorías (entre 1,2 y 1,5 millones de muertos). Sucedió además que estaba de por medio el control de las tierras de los armenios sobre todo, pero también de los asirios. Con la matanza de los armenios iba muchas veces aparejada la apropiación de sus tierras, de manera que muchas tierras y territorios ocupados por los kurdos son en realidad armenios. Junto con las matanzas iban acompañados con frecuencia trabajos forzados, robos, violaciones, deportaciones de hombres, mujeres, niños y ancianos y privaciones de alimentos y de agua.

La llamada Rojava

Las realidades demográficas, económicas, sociales, culturales y políticas kurdas de cada Estado en que están divididos los kurdos, tienen unas características propias, y están muy condicionadas por la historia de cada uno de estos grupos y por las respuestas que ha dado cada Estado al tema kurdo. Los kurdos tienen, a diferencia de en Siria, una presencia y una entidad importantes en Turquía, en Irak y en Irán, que vienen avaladas incluso por las diferentes rebeliones kurdas que se han producido en estos Estados. Así, en Turquía se han producido entre otras, las rebeliones de Cheik Said en 1925, la de la República de Ararat en 1927-30, en Dersim 1936-38 y la iniciada por el PKK en 1984 y que sigue todavía de alguna manera. En Irak, se producen las revueltas de Cheik Mahmud Berzenji en 1919, 1923-24 y 1931,  la resistencia dirigida por Mustafá Barzani entre 1943-46 primero y luego en otra fase desde 1961 a 1975 y posteriormente se produce  la rebelión de los kurdos irakies en la guerra Irak-Irán de 1980-88 sofocada mediante el uso masivo de armas químicas conocido como de Anfal entre 1987-1989. También está la rebelión con ocasión de la II Guerra del Golfo de 1991, igualmente sofocada. En Irán, se suceden las rebeliones lideradas por  Jafar Agha en 1905, la liderada por su hermano  Ismail Agha Simko en 1921, la creación de la República autónoma de Mahabad en enero de 1946 liderada por Qazi Mohamed que dura solo 11 meses y posteriormente surge en 1967 el movimiento armado kurdo liderado por Abdulrahman Ghasemlu.

 Lo de que el norte de Siria (la llamada Rojava) ha sido siempre kurdo y básicamente kurdo, es una total falacia. La población originaria kurda se ha concentrado y se concentra en diversos núcleos separados (Hasaka, Afrin, barrios de grandes ciudades como Alepo y Damasco y en otras poblaciones menores) intercalados por poblaciones árabes y de otras etnias, y por tanto sin constituir un continuo territorial nacional homogéneo, como sí existe sin embargo en los países vecinos. En esta zona del norte  los kurdos han convivido con árabes, armenios, asirios, turkmenos, caldeos, circasianos y otras minorías, que son los que  globalmente constituyen mayoría, salvo como decíamos, en ciertos puntos concretos aislados donde sí han sido mayoría relativa los kurdos.


Zonas habitadas por kurdos según la CIA

Una gran parte de la población kurda siria es de origen emigrante como lo es el de muchas de las minorías existentes en el norte de Siria. Son el fruto de diversas oleadas inmigratorias causadas por las matanzas turcas (armenios y asirios), por las persecuciones religiosas y la represión de las diversas revueltas kurdas producidas. Ya los franceses en el Mandato ubicaban a las diferentes minorías emigrantes en las fronteras turco-sirias, para estabilizar éstas frente a los frecuentes ataques turcos y para rentabilizar económicamente la zona, impulsando la agricultura, la artesanía y frenando el nomadismo. De hecho, en bastantes lugares del Norte de Siria, los armenios y los asirios eran habitantes más antiguos que los kurdos, como es el caso del mismo Kobane y Qamishli, que tenían poblaciones armenias y asirias antes de la llegada de los kurdos.

Una nota de la primavera de 1931 dirigida al Alto Comisariado francés muestra la gran proporción de armenios y asirios que había en diferentes poblaciones de Hasaka. Los servicios catastrales del Alto Comisariado francés publicaron en 1941 las cifras de la población de Jazira con el reparto de entre kurdos, cristianos, árabes y judíos. Según sus datos había un 24,36% de cristianos, 40,4% de kurdos, 34,5% de árabes y una muy pequeña proporción de judíos, lo que significaba que los no kurdos representaban el 60%.

En esta mezcla abigarrada e inseparable de pueblos, culturas y religiones, es imposible pensar en la creación de autonomías o independencias nacionales separadas, sin practicar como se hizo en Bosnia y en parte en Croacia, limpiezas étnicas brutales conducentes a imposiciones, deportaciones, marginaciones y matanzas. Y es lo que en realidad están haciendo ahora los kurdos del YPG/FDS sobre el resto de poblaciones del norte de Siria, cuestión agravada teniendo en cuenta que la Rojava la han extendido nada menos que a todo el Este del Éufrates, donde históricamente no hay ni un solo kurdo.

Una de las cuestiones  más polémicas de la política del Estado sirio sobre el tema de los kurdos está en lo del famoso censo de 1962 en la provincia de Hasaka con el que se privó de la ciudadanía a unos 120.000 kurdos, haciendo una diferencia entre los considerados ciudadanos sirios de pleno derecho, los considerados apátridas (privados de algunos derechos) y los “sin papeles” o “majtumin” (sin prácticamente derechos). Fue una mala solución al necesario encaje entre las diversas culturas, la árabe mayoritaria y la kurda y otras culturas minoritarias, que ha seguido coleando bastante tiempo, hasta que se ha producido un desagravio del mismo, mediante la concesión de la nacionalidad siria a 262 000  kurdos en abril de 2011. Fue una postura que se contradice además con la postura de acogida que ha tenido Siria respecto de los inmigrantes kurdos y cristianos perseguidos por Turquía o Irak, y con el apoyo prestado por Siria al PKK kurdo de Turquía y a la lucha de los kurdos en Irak.

Apoyo del Estado sirio a los kurdos

De hecho con Hafez al Assad, entre 1970 y 2000, no solamente se ha acogido a los kurdos sino que se les ha dado apoyo político y militar. Desde el comienzo de los años 70, el Gobierno de Damasco apoyó la guerrilla kurda en Irak y después en Turquía. Bases del PKK fueron instaladas en el valle de la Bekaa libanés bajo control del gobierno sirio, mientras que Damasco estuvo protegiendo y alojando  al líder del PKK Öcalan desde 1980 hasta 1998. El norte de Siria se convirtió en centro de operaciones y en uno de los mayores viveros del PKK con la complicidad del gobierno de Assad, permitiendo que los kurdos pudieran optar entre hacer  el servicio militar en Siria o luchar en el PKK en Turquía. Asimismo, los partidos kurdos de Irak pudieron abrir representaciones en Damasco y utilizar Siria como vía de paso hacia el Kurdistan iraki. El 9 de octubre de 1998, como consecuencia, en razón del apoyo sirio al PKK, de fuertes presiones políticas y económicas incluida la amenaza militar por parte de Turquía, aliado entonces militarmente con Israel, el Gobierno de Siria le solicitó a Öcalan que abandonara el país, lo cual fue comprendido por Öcalan como lo manifestó  desde su prisión de la isla de Imrali en Turquía.

El proyecto llamado de “Cinturón árabe” elaborado en 1966, como derivación del censo de 1962, fue un proyecto supuestamente para “arabizar” a los kurdos en el norte sirio, aunque se presentó como un plan de establecimiento de nuevas explotaciones cooperativas agrícolas, y que no tuvo apenas plasmación concreta siendo abandonado en seguida, a primeros de los años 1970. La realidad es que no se llevaron más que 4000 familias al norte que implantaron una serie de granjas para rentabilizar la zona.

Lo que sí sucedió en esa época que se inicia en 1973,  fue el segundo enfrentamiento del Estado sirio con los amenazantes y violentos Hermanos Musulmanes que querían imponer la Sharia en la Constitución y el país, creando un estado de terror, de atentados y de asesinatos, asaltando la Academia del Ejercito y asesinando a más de un centenar de cadetes…. En esta lucha el Baas se alió con las minorías sirias –kurdos, drusos, y cristianos fundamentalmente-.. porque todos ellos eran firmes defensores de la multiconfesionalidad religiosa y contrarios a la imposición de una religión sobre las demás y que se convirtiera en el principio rector del Estado. Fue una alianza que dio además más alas al desarrollo de las lenguas y las culturas minoritarias, incluida la kurda y que no fue coyuntural, porque tras la victoria sobre los Hermanos Musulmanes en 1982, continuó, como hemos visto, el apoyo a las luchas kurdas y al PKK.

El único enfrentamiento reseñable producido entre el Gobierno sirio y los kurdos, antes de la guerra iniciada el 2011 por el imperialismo, fue la llamada revuelta de Qamishli en marzo de 2004. Entre 2003 y 2005, el movimiento kurdo fue reactivado como consecuencia de los cambios producidos en el Kurdistan iraki en relación a la invasión norteamericana a Irak en 2003.  Así, hubo una explosión de violencia el 12 de marzo de 2004 en Qamishli suscitada por la actitud provocadora de los hinchas del equipo de Deir Ez Zor que venían a jugar contra el equipo local, profiriendo insultos contra los líderes kurdos de Irak (que fueron unos colaboracionistas con los norteamericanos) y enarbolando retratos de Saddam Hussein. Un hecho que trajo consigo manifestaciones durante varios días y cargas contra las mismas por parte de la policía.

Iniciada la guerra de agresión contra Siria en marzo de 2011, los kurdos se mantuvieron neutrales, defendiendo el lema de “ésta no es nuestra guerra”. El Gobierno de Siria retiró sus tropas de los enclaves con importante presencia kurda del norte de Siria como eran Afrin, Kobane y Hasaka, salvo unas guarniciones en Hasaka, en cierto modo por necesidades de guerra en las grandes ciudades y en cierto modo contando y delegando en los kurdos la defensa del territorio del norte frente a los yihadistas. Los kurdos pudieron organizarse autónomamente y crearon un Comité Supremo Kurdo (KSC) como órgano central de gobierno de los cantones con presencia kurda.

Creación de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS)

La batalla de Kobane  (13 septiembre 2014-15 marzo 2015) entre las fuerzas del YPG con el ISIS fue el inicio de la deriva de los kurdos sirios y de su sumisión al imperialismo norteamericano. Fue al mismo tiempo el comienzo del gran teatro de guiñoles orquestado por los EEUU en la guerra de Siria, en el que los EEUU asisten militarmente y con apoyo aéreo a los kurdos para hacer frente al ISIS creado recientemente por los mismos EEUU (al igual que había creado anteriormente Al Qaeda y las otras fuerzas yihadistas) como nueva fuerza de refuerzo  para balcanizar Siria y debilitar, privar de sus recursos y derrocar el Gobierno de Siria. Fue una dura batalla en la que el ejército sirio no pudo ayudar por tierra a los kurdos por la inmensa barrera territorial del ISIS que estaba de por medio y se lo impedía, y porque en aquel momento solo pudo dar un pequeño apoyo aéreo porque apenas disponía de aviación.

El año  2015 fue el peor año de la guerra para Siria con grandes pérdidas territoriales y humanas debido al gran empuje del ISIS sobre todo. Pero hubo un factor que cambió radicalmente las variables de la ecuación, y fue la entrada en escena el 30 de septiembre de 2015  de Rusia con su aviación a petición del Gobierno sirio. La entrada en acción de Rusia, empujó a los EEUU a plantearse la creación en octubre del mismo año, tras la batalla de Kobane, de una alternativa complementaria al ISIS, las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS). Las FDS compuestas básicamente por kurdos de YPG incorporan yihadistas del ESL para crear un combinado con apariencia más universal, más siria, menos kurda,  y poder ir sustituyendo al ISIS en el Este del Éufrates, objetivo territorial marcado por los EEUU para las FDS,  para cumplir las mismas funciones que el ISIS, pero con una cara menos bárbara, con una cara incluso “progresista”, susceptible de lograr el apoyo de las izquierdas neoliberales supuestamente progresistas de Europa y Occidente.   Tras la creación de las FDS vendrá en diciembre del mismo año la del Consejo Democrático Sirio, el ala política de las FDS.


Colaboración USA y FDS

La operación de creación de las FDS vino también en el entorno de la descarada traición de personajes como Saleh Muslim, que había ya contactado hasta por dos veces con Hollande y el propio Erdogan en Paris, y a quienes se les destinaba como lideres de la Rojava al servicio de EEUU/OTAN de la Siria post Assad tras el “cambio de régimen” que habían planificado. Otro de los líderes traidores del mismo estilo era Aldar Khalij, que sería unos de los creadores de la “Federación Democrática del Norte de Siria” en marzo de 2016, y quien firmó públicamente un pacto político-militar en septiembre de 2016, con Ahmad al-Jarba, activo de Arabia Saudi en Siria, y quien fue presidente del Consejo Nacional Sirio, brazo político del grupo terrorista Ejercito Sirio Libre.


Las FDS ocupan el este del Éufrates

La trayectoria de las FDS, tras un pequeño avance hacia Manbij en el norte, se estrenará y demostrará su verdadero carácter,  con la primera invasión turca en el norte de Siria, la del “Escudo del Éufrates”, iniciada el 24 de agosto de 2016 y que duró hasta el 29 de marzo de 2017. La entrada de los turcos entre Azaz y Jarabulus se desarrolló en su línea, para ir ocupando territorio del norte de Siria, parte de su plan expansionista, y para cortar la comunicación kurda entre Afrin y Kobane, bajo la excusa de enfrentarse al ISIS. Los turcos vinieron apoyados por grupos yihadistas del ESL, produciéndose con el ISIS únicamente un intercambio pacífico de banderas. Pero también tuvieron apoyo aéreo de los EEUU, seguramente para lavarse la cara ante Turquía por su implicación en el  que era el reciente golpe de estado sufrido por este país el 16 de julio de 2016. Los kurdos de las FDS tuvieron un conato de resistencia que quedo en nada, ante las advertencias, primero de Turquía de que se desplazaran al este del Éufrates, y las amenazas, después, de los EEUU de que no se enfrentaran a los turcos y se fueran al este del Éufrates, si querían seguir recibiendo su apoyo político y militar. A lo cual las FDS obedecieron sin rechistar.

A partir de aquí, la trayectoria militar de las FDS, fue siguiendo  los designios de los EEUU,  el de ir ocupando todo el este del Éufrates, el de ocupar territorios sirios que no eran ni remotamente kurdos, el de privar a Siria de una parte importante de sus recursos petrolíferos, gasíferos, acuíferos y cerealísticos y el de fraccionar Siria, debilitarla y tratar de derrumbarla. Todo bajo el eufemismo de luchar por una Rojava(¿) “libre” dentro de una Siria “democrática”, “libre”, “autogestionada”, “feminista” e “igualitaria”. En realidad para realizar una “obra evangelizadora” al estilo de los españoles en América, de pura y simple conquista, y de limpieza étnica.

Se hicieron con Tabqa, la mayor presa de Siria, fundamental para los regadíos y producción de electricidad. Planearon conquistar Raqqa, contra la oposición expresa del Gobierno sirio, para llevarse el prurito de haber conquistado la capital del ISIS, en una campaña iniciada cuando la batalla de Alepo para impedir la presencia del Ejército Árabe Sirio (EAS). Al de poco de iniciada la batalla de Raqqa, fue suspendida de la mano de EEUU y con el consentimiento de las FDS, siempre a sus órdenes, para posibilitar que los yihadistas del ISIS pudieran dirigirse a recuperar Palmira como venganza por la toma de Alepo. Fue una campaña que arrasó  la ciudad  ocupándola después, para evitar que los 160.000 árabes desplazados volvieran a la ciudad, realizando una auténtica limpieza étnica. Asimismo se permitió una fuga masiva consensuada entre EEUU y las FDS de militantes del ISIS con sus armas y familias.


Durante el asedio de Deir Ezzor. Mapa 1 agosto 2017 (amarillo: FDS; gris: ISIS; rosa: EAS; verde: Al Qaeda/USA)  (Deir Ezzor punto rosa dentro del gris del ISIS)

Tras asedio Deir Ezzor. Mapa 16 septiembre 2017 (liberación del asedio, 5 septiembre 2017)

Durante el durísimo asedio por el ISIS de fuerzas del EAS y civiles en la ciudad de Deir Ezzor que duró tres años, de 2014 a 2017, las FDS, no solamente no movieron un dedo en apoyo, sino que secuenciaron sus avances para ir un paso por delante del EAS siempre por la parte este del Éufrates, para evitar que el EAS pasara al otro lado. Frenaron el frente de Deir Ezzor en la línea paralela a la frontera con Irak durante todo un año, para mantener vivas las fuerzas del ISIS e incrementar el desgaste sirio,  en tanto que el EAS llegaba a liberar la ciudad tras afrontar el durísimo nudo de resistencia de Akerbat (en los límites de Hama y Homs) y atravesar un amplio territorio. Nada más liberada la ciudad por el EAS las FDS establecieron una carrera loca, en forma de cuña y de canal, hacia los pozos de petróleo y gas de Deir Ezzor, para llegar antes que el EAS, dejando a los lados grandes bolsas intactas del ISIS, siempre como ejercito de reserva para enfrentarse al EAS. Lo mismo sucedió en Hafin, uno de los últimos reductos del ISIS en la frontera con Irak y cerca de Albu Kamal, donde alargaron la batalla artificialmente durante más de un año para dejar rienda suelta al ISIS para desgastar al ejercito sirio mientras obstaculizaban la comunicación terrestre entre Siria e Irak, otro de los objetivos.

Segunda y tercera invasión turca del norte de Siria

Ante la segunda invasión turca en el norte de Siria, en Afrin,  la denominada operación “Rama de olivo”, que se produjo del 20 de enero de 2018 al 18 de marzo de 2018, seguramente por el malestar turco por los avances de las tropas sirias contra el ISIS en Siria, el ejército sirio estaba dispuesto a apoyar la resistencia reclamada por numerosos sectores kurdos, con la condición de que se reconociera por parte de las FDS que actuaba como el representante de la Siria de la que formaba parte Afrin. La mayor parte de las bases de YPG estaban de acuerdo con ello y reclamaban la presencia del ejército sirio, pero no así los mandos de las FDS. Por lo que la salida fue el envío de las milicias paralelas del ejército sirio, las NDF, a Afrin a defender a los kurdos frente a la invasión turca y dejar pasar por territorio bajo control sirio a los posibles refuerzos de las FDS que pudieran venir del frente del Este. Pero estos refuerzos no llegaron nunca porque se lo impidieron los EEUU, su valedor y jefe, ya que no querían un enfrentamiento con su también aliado turco. Todo lo que se contó de que el gobierno sirio y Rusia habían  pactado con los turcos la invasión,  fueron puras patrañas porque Siria denunció la invasión y nunca ha admitido que fuerzas extranjeras, sean las que sean,  ocupen su territorio y vulneren su soberanía, y porque Rusia, había tratado de convencer a los turcos de paralizar la invasión pero no pudo, pero  no estaba dispuesta como es lógico a un enfrentamiento militar directo con una potencia de la OTAN, por las enormes implicaciones que eso supone.

La tercera invasión turca en el norte del territorio sirio, la campaña denominada esta vez “Manantial de paz”, se realizó el 9 de octubre de 2019, tras el anuncio de Trump de la retirada de las tropas de los EEUU de Siria. Erdogan anunció, la amenaza que había repetido  unas cuantas veces, la de ocupar toda la frontera siria con Turquía hasta Irak en una profundidad de 30 kilómetros. Como resultado de la amenaza y del inicio de la invasión real por la zona de Tel Abyad y Ras al Ain,  se produjo un estado caótico. Los EEUU hacían cada día declaraciones diferentes y contradictorias, amenazando a los turcos por una parte con medidas económicas contundentes si seguían con  el proyecto, prometiendo a los kurdos su respaldo, pero exigiéndoles como querían los turcos que retiraran sus armas pesadas y sus trincheras de la frontera. Por otra parte cundió el pánico entre los kurdos porque no se veían capaces de enfrentarse a la maquinaria bélica pesada y aérea de Turquía, por lo que pidieron ayuda a Siria. La invasión se frenó con un acuerdo ruso-turco el 22 de octubre de 2019, en el que se reconocía la presencia de tropas sirias y rusas en la frontera siria, en una profundidad de varios kilómetros, para asegurar la no presencia militar kurda, mediante la realización de convoyes de vigilancia, y a excepción del territorio fronterizo entre Tel Abyad y Ras al Ain, que quedaba provisionalmente bajo control turco. Un acuerdo kurdo-sirio permitió la extensión inmediata de tropas del ejército sirio para garantizar la seguridad de los kurdos en diversas localidades como Kobane, Tabka, Raqqa, Manbij, Tal Tamer y zonas de Hasaka…Parecía que se abría una coyuntura interesante de reconciliación y negociación entre kurdos y sirios, pero los hechos posteriores van a demostrar, que los EEUU siguen controlando lo que hagan los kurdos, y que han tratado de involucrarlos a estos en sus propósitos en contra de Siria y de ellos mismos. El ejército norteamericano por su parte, no se retiró de Siria, se retiró de algunas de sus bases para concentrarse en las zonas que más le interesaban, que eran las zonas petroleras y gasíferas de Hasaka y Deir Ezzor.

Limpieza étnica en Rojava

Según  activistas y habitantes de la zona y diversos estudios, los kurdos están llevando a cabo en la llamada Rojava, especialmente en la región de Hasaka, una operación de limpieza étnico-ideológica, donde las FDS están expulsando a sus habitantes autóctonos, robando sus casas y sus propiedades, apoderándose de la industria y el comercio local, especulando con los precios de los alimentos en las áreas que controlan, cambiando los nombres árabes de los pueblos, imponiendo su educación, su idioma, su curriculum  y su cultura en los colegios y en las calles o secuestrando a los más jóvenes para entrenarlos militarmente y obligarlos a unirse a sus filas. El conjunto del Este del Éufrates, poblado por pueblos y tribus  cuasi totalmente árabes ¿habría que llamarlo Gran Rojava?, lo han integrado en una nueva institución llamada “Administración Autónoma del Norte y Este de Siria” que es gestionada por  las FDS de una manera absolutamente segregacionista, sectaria y autoritaria, y donde  la inmensa mayor parte de su población queda fuera del acceso a las elecciones y órganos de gestión, siempre al servicio de política de las FDS  que es en definitiva la que imponen los norteamericanos.


Protestan en Deir Ezzor contra “robo de petróleo” por kurdos

Algunas conclusiones

Resumiendo, hay que decir que las FDS-YPG están actuando como mercenarios y cipayos de los norteamericanos y sus aliados, armados y financiados por ellos y que al igual que el ISIS y otras fuerzas yihadistas, están actuando por la destrucción de Siria, por su fraccionamiento, por un “cambio de régimen” al servicio del imperialismo y por obstaculizar la reconstrucción del país.

Han permitido y permiten la presencia de bases militares de ocupación y el robo manifiesto y públicamente proclamado de recursos que están realizando los norteamericanos, de cuyos beneficios están participando sin rubor,  e igualmente  participan de las masacres y agresiones que sistemáticamente realizan las fuerzas invasoras contra el ejército sirio y los civiles discrepantes en el este del Éufrates. En el colmo del despropósito, se creen que bajo la tutela del imperialismo norteamericano van a lograr algo que no sea convertirse en un protectorado norteamericano o en otro Israel, o que bajo esa misma tutela van a poder realizar una pretendida revolución libertaria. Su constante práctica segregacionista y asimilacionista, de limpieza étnica sobre las otras minorías y etnias como los armenios, asirios, turkmenos, árabes, caldeos y otros, demuestra que toda su palabrería sobre el Confederalismo Democrático es pura fachada, pura retórica vacía.

Y para terminar de redondear el círculo, clama al cielo que haya gente pretendidamente de izquierda, de izquierda neoliberal habría que llamarla quizá, por llamarla de alguna manera, que apoye ciegamente los juegos criminales del imperialismo,  emulando a la gente que en su día apoyaba a los kibutz israelíes, supuestamente en defensa de la autoorganización y del trabajo cooperativo, pero en tierras robadas y ocupadas a los árabes nativos, a los palestinos, y al servicio de la maquinaria represiva, supremacista, racista e imperialista de lo que era y sigue siendo Israel.

Hoy son cada vez más los sectores de gente del norte de Siria y del este del Éufrates, que están hartos de la presencia y ocupación extranjeras, tanto turca como sobre todo norteamericana, del expolio que están realizando en sus tierras y de la labor de colaboradores y represores que están ejerciendo las FDS. Hastío que se está mostrando cada día mediante manifestaciones, declaraciones y atentados y que se está expandiendo a gran velocidad, reclamando la vuelta del Gobierno a esas tierras.

Ya lo decíamos, en Siria quedan problemas por solucionar y resolver, también el problema del encaje entre las minorías étnicas entre si y en el conjunto de Siria. Pero eso significa participar positivamente en el proceso negociador en marcha y en la comisión constitucional constituida al efecto  a partir de Sochi –en la cual por cierto se negaron a participar los kurdos- rompiendo toda atadura con el causante de todos los problemas, el imperialismo norteamericano y sus satélites.


Iñaki Urrestarazu


Publicado originalmente en: Revista La Comuna.



lunes, 14 de septiembre de 2020

El Imperio del César.

Por Eduardo Kabak


La guerra que comenzó el Imperio y sus aliados contra la República Árabe Siria en el año 2011 entra en una nueva e indignante fase. Tras la humillante derrota militar de EE.UU. y la OTAN en Siria y tras el fracaso de sus entes terroristas en el país, el Imperio descarga toda su artillería a través de un sistema de presión y acción con el que busca ahogar a una nación soberana, se trata del terrorismo económico. Esto no es nada nuevo, cuando la guerra militar, el asesinato mercenario o los métodos corruptos no concluyen de manera satisfactoria, la administración norteamericana, ya sea demócrata o republicana, utiliza las sanciones económicas y el bloqueo para debilitar y estrangular la economía de un país enemigo o no alineado que no sirva a los intereses de EE.UU. en la región. De esta manera, ejerce intimidación para liquidar a un gobierno legítimo a base de dinamitar todo el sector económico y financiero al mismo tiempo que empobrece al pueblo. Un pueblo que legítimamente ha elegido a sus dirigentes. Dirigentes que no interesan o gustan a EE.UU. y a su brazo militar, la OTAN.

La lista de injerencia de los Estados Unidos y Europa en el mundo es larga; Chile, Venezuela, Congo, Honduras, El Salvador, Irán, Argentina, Iraq, Granada, Afganistán, Cuba, Burkina Faso, Palestina, Guatemala… y un largo etcétera. En el caso de Siria tampoco es algo nuevo, desde que fuera incluida por George W. Bush en el famoso “eje del mal” y con la excusa de la lucha contra el terrorismo y la exportación de la “democracia” y la “libertad” por el mundo, este tipo de agresiones y ataques económicos han sido una constante sobre la nación árabe. Es parte de la política ofensiva estadounidense contra un adversario que resiste. Cabe recordar que las garras del Imperio azotan a Siria desde 1949, poco después de su independencia, y ya desde hace decenios las sanciones contra la República son el día a día que se vive en el país. En las últimas dos décadas, tanto George W. Bush como Barack H. Obama y sus respectivas administraciones continuaron contribuyendo a este ataque económico contra el Gobierno sirio y fue a partir de 2011 cuando el Nobel de la Paz combinó estos ataques económicos con acciones militares a la par que financiaba grupos terroristas que operaban en el terreno para desestabilizar el país. Un combo completo “made in USA”.

Meses después del inicio del conflicto sirio, la Unión Europea acordó sancionar a altos cargos del Gobierno sirio, en su mayoría militares, a los que inmovilizaron sus fondos en Europa y prohibieron viajar a los países miembros de la UE. Además, suspendieron los créditos millonarios del Banco Europeo de Inversiones (BEI) en el país árabe que iban destinados al sector eléctrico, infraestructura urbana y a la modernización y desarrollo del tratamiento de aguas y el servicio sanitario. En los años siguientes estas sanciones se fueron endureciendo a medida que la escalada de violencia en el conflicto aumentaba. El 2 de abril de 2014 se dirigía una carta firmada por el que entonces era el Representante Permanente de Francia ante las Naciones Unidas y que se convertiría en Embajador francés en EE.UU., Gérard Araud, a la Presidenta del Consejo de Seguridad de la ONU donde se recogían a través de un informe la supuesta “práctica de la tortura y la ejecución sumaria de personas detenidas por parte del régimen sirio”. Dicho informe sería la antesala a lo que llegaría después.

En 2019, el Consejo de Representantes de los EE.UU. aprobaría por unanimidad este proyecto de ley con todo el paquete de duras sanciones, la Ley de Protección Civil de Siria Caesar 2019 estaba hecha. Presentada por el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Consejo de Representantes, Eliot Engel, conocido congresista sionista del Partido Demócrata, fue ratificada por el presidente estadounidense Donald Trump y apoyada por la Unión Europea en 2020. Pero esto no quedará aquí, ya que como afirmó el Secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, estas medidas seguirán en aumento contra el gobierno de Assad y sus simpatizantes.

Pues bien, la nueva ley entró en vigor el 17 de junio de 2020 a través del Departamento del Tesoro, la denominaron como “Caesar Syria Civilian Protection Act” o, en resumen, “Ley César”, en alusión a un presunto desertor de la policía nacional siria que trabajó de infiltrado para la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA), falsificando y manipulando datos sobre la supuesta represión del Gobierno sirio contra la población civil y opositores. A este traidor se le asignó el nombre en clave de “César” y sus informes, que muchos recordamos por su  inverosimilitud, fueron el germen para redactar el documento que acabaría transformándose en dicha ley.

Esta ley forma parte del presupuesto millonario aprobado para el Pentágono y consiste en nuevas sanciones económicas más severas de las ya impuestas sobre el presidente sirio, su mujer y altos cargos del país. Abarcan una acción mucho más amplia de las que ya estaban en vigor sobre la nación árabe. Los tentáculos de dicha imposición unilateral no sólo se aplican a representantes sirios, entidades gubernamentales o empresas del país, también a toda nación, empresa, organización, personalidad o individuo que colabore o intente colaborar con Siria. Esto es coacción y amenaza a todo lo que sea susceptible de negociar con el Gobierno del presidente Bashar al-Assad para así evitar la recuperación y autosuficiencia del Estado. Una nueva artimaña de EE.UU. para ahogar a Siria y detener de inmediato la reconstrucción de un país que poco a poco resurge de sus propias cenizas. De esta manera se pretende dejar sin opciones al Gobierno y así evitar una vuelta a la paz y a la normalidad, impidiendo paliar la destrucción provocada por una guerra impuesta desde el exterior. No hay que olvidar que en los últimos años, la reedificación y la reparación de todas las construcciones destrozadas por los combates estaban acelerándose y eran más que evidentes en todas las zonas y regiones que eran liberadas por el bando gubernamental.

Un mecanismo internacional para asfixiar la economía de la nación y disuadir todo capital extranjero e inversión que participe en la reconstrucción de Siria. Sanciona directamente al Banco Central Sirio congelando todos los activos destinados a la cooperación con la nación árabe. Por supuesto, gran cantidad del dinero destinado a intentar devolver la normalidad a la nación de Oriente Próximo procede de sus aliados en la región y en el conflicto; Rusia, Irán y China, los grandes enemigos del bloque EE.UU./OTAN. A todas voces se trata de un ataque a todas y cada una de esas naciones que no sólo colaboran en la reconstrucción del país sino también a las que se posicionaron junto al lado sirio y contra la agresión e injerencia extranjera en el país, en especial aquellos que apoyaron militarmente al Ejército Árabe Sirio sobre el terreno en su lucha contra el terrorismo internacional. Un terrorismo internacional que podría aprovechar el impacto y las secuelas de estas nuevas e injustas sanciones para resurgir y volver a poner en jaque al gobierno y ejército sirio, así como a sus aliados en la región, provocando un enquistamiento del conflicto y una sentencia a cadena perpetua para el pueblo sirio. La población será quien realmente sufra todas las consecuencias de esta ley al no poder avanzar en ningún terreno, desde el tecnológico, industrial o servicios hasta el comercial. Afectará al uso de los sistemas  de comunicaciones, consumo energético, así como dificultará la adquisición y abastecimiento de todo tipo de repuestos, ya sean para uso empresarial o doméstico. También dañará el sector turístico, que comenzaba a retornar tímidamente. La Ley César no deja títere con cabeza.

Este castigo salpica también a naciones vecinas como el Líbano quien, a través de su Primer Ministro, ha advertido de las repercusiones perjudiciales de la Ley sobre la vida y economía de la población libanesa. También el movimiento libanés Amal apuntó la necesidad de enfrentar esta imposición estadounidense. Unos de los principales aliados en la región, Hezbollah, a través de Hassan Nasrallah, reiteró su apoyo a Siria tanto en el campo de batalla como en el terreno económico. Igualmente, Palestina mostró su rotundo rechazo a la Ley César y la enmarcó dentro de una misma acción ofensiva contra el pueblo palestino y todo el eje de la resistencia en la zona. Países solidarios lamentaron y condenaron este nuevo  atentado económico y ejemplos de resistencia como Cuba, quien sufre un criminal bloqueo estadounidense desde hace más de seis décadas, mostraron su apoyo a la República Árabe Siria y su total rechazo a las sanciones exigiendo su inmediato levantamiento. Incluso enemigos de Siria se han declarado contrario a dichas sanciones unilateriales, es el caso de Turquía, quien se unió a Rusia e Irán en el rechazo conjunto de la Ley César. Asimismo, los kurdos autodenominados AANES (Administración Autónoma del Norte y Este de Siria) celebraron una reunión para los comités del consejo Provincial de Al-Hasaka donde manifestaron que la implementación de estas nuevas sanciones contra Siria empeorará la situación en el norte y este del país.

Al ya malogrado sector petrolero y gasístico de Siria habría que sumar la pérdida de control durante la guerra por parte de la administración estatal de los yacimientos tanto de gas como de petróleo que rentabiliza el invasor estadounidense a través de sus lacayos kurdos en el norte de Siria. Yacimientos que serán explotados por empresas norteamericanas o europeas. Mientras tanto, la libra siria se desploma y la lira turca se impone en algunas aldeas y pueblos del norte del país. Antes del conflicto la libra siria se cotizaba aproximadamente a 47 libras por dólar, 64 libras por dólar en 2012, actualmente un dólar puede alcanzar un precio que oscila entre las 700 y las 3000 libras sirias, incluyendo el mercado negro. Esta inestabilidad hace que la lira turca impere y los lugareños prefieran su uso al dar una estabilidad que no consiguen con la moneda siria.

A todo esto hay que añadir las graves consecuencias que las cruentas sanciones provocarán a Siria en su lucha contra la pandemia de la COVID-19 que enfrenta al mundo y cuyo goteo de casos se van confirmando por parte del Ministerio de Salud sirio, ya que dichas sanciones afectan directamente y de manera sensible a medicinas, medicamentos y a todo material destinado para el tratamiento y posible cura de dicha enfermedad causada por el virus SARS-CoV-2. Una crisis sanitaria ya de por sí complicada de gestionar, más aún en un país en guerra, sancionado y con parte de la población desplazada o sin recursos y sin posibilidad de oportunidades y accesibilidad. La imposición de estas criminales sanciones en plena crisis sanitaria mundial demuestra la impasibilidad y falta de escrúpulos de EE.UU. y Europa contra la población civil siria.

El Gobierno de EE.UU. y la mayoría de los gobiernos de Europa no tienen interés alguno en salvar o mejorar la vida de los pueblos con necesidades que se encuentran más allá de sus fronteras, sólo les interesa sacar rédito de ellos y seguir explotando sus recursos. Eso sí, todo en nombre de la Paz, la Libertad, la Solidaridad y la Democracia. Al fin y al cabo, es su modus operandi desde hace siglos.

La población siria se encuentra hostigada por los efectos de la guerra, sin embargo, durante estas semanas que han precedido a la entrada en vigor de la ley, el pueblo sirio salió en masa a las calles, tanto dentro como fuera de sus fronteras, para protestar contra esta nueva y abusiva represalia. Demostrando así que la nación siria no sólo se mantiene unida, sino que nunca se doblegará ante ningún tipo de agresión, ya sea militar, terrorista o económica, defendiendo siempre su derecho a decidir sobre su futuro y a mantener su soberanía nacional. Un pueblo que no se rinde, un pueblo valiente, un pueblo digno, un pueblo que resiste, un pueblo que, sin duda, vencerá.

Publicado originalmente en: El Común

viernes, 28 de agosto de 2020

Tertulias en cuarentena. República Árabe Siria: gobierno legítimo y resistencia antiimperialista.

TERTULIA XXI : REPÚBLICA ÁRABE SIRIA
GOBIERNO LEGÍTIMO Y
26 de junio 2020
RESISTENCIA ANTIIMPERIALISTA * 22.00 hora de Siria
Con la participación deMOHAMED TEPRA / MEELAD YOUCEF / FIRAS ALCHARANI
21.00 hora de España
MAJED DIBSI / AMINA GOBBI / ARITZ SAIDI OLAORTUA / PABLO GARCÍA
JUANLU GONZÁLEZ / JAVIER MURUZABAL / TXEMA SÁNCHEZ
MOHAMED TEPRA
Entrevista grabada, previa al programa, con PABLO SAPAG
Profesor de la Universidad de Cordoba y Presidente del sindicato de los Alumnos Sirios en España
Sirio,activista en la frente anti imperilista, y por los derechos humanos MEELAD YOUSEF MAJED DIBSI
Científica Forestal argelina. Miembro del MAS Alacant (Movimiento de Apoyo a Siria)
Politólogo y periodista de RTVE. AMINA GOBBI ARITZ SAIDI OLAORTUA
Analista internacional y politólogo, experto en en conflictos internacionales y recursos energéticos. Colaborador habitual en varios medios estatales e internacionales.
FIRAS ALCHARANI Sirio esta en el MAS, (Movimiento de Apoyo a Siria). Activista por siria y la lucha antiimperialista en general y en medio oriente mas PABLO GARCÍA
Miembro del Frente Antiimperialista Internacionlalista y del colectivo Ojos para la Paz. Colaborador geopolítico de medios internacionales del Eje del Mal y el Eje de la Resistencia, así como de diversas webs de información alternativa en castellano.
Informático, analista internacional y miembro del Consejo de Redacción de la Revista La Comuna. Participa a su vez en las tertulias de análisis de Cuba Información y en el grupo de análisis geopolítico, Geopolitikaz. JUANLU GONZÁLEZ JAVIER MURUZABAL Locutor y guionista del programa internacionalista "El Gallico de San Cernin", Eguzki Irratia.
Entrevista con PABLO SAPAG sobre la situación actual de Siria que será emitida completa el día anterior a esta tertulia.
Conduce TXEMA SÁNCHEZ miembro del FAI, FRENTE ANTIIMPERIALISTA INTERNACIONALISTA Miembro de la junta directiva de RED RENTA BÁSICA, activista en guardia permanente en redes en la búsqueda de la verdad. En plena formación marxista para el análisis y estrategia en la lucha contra el capitalismo. Y volcado a tiempo completo en la guerrilla comunicacional. PABLO SAPAG
Profesor e investigador de la Universidad Complutense de Madrid. Autor de Siria en perspectiva (Ediciones Complutense) y de otras obras sobre relaciones internacionales y comunicación. Ha sido corresponsal de guerra y escribe e interviene habitualmente en medios de varios países, como Público, The Conversation, RT, RNE o el diario Sirio Libanés de Buenos Aires




Publicado originalmente en: Frente Antiimperialista Internacionalista

martes, 21 de julio de 2020

Entrevista con Pablo Sapag.

SIRIA. 
Entrevista con Pablo Sapag, profesor de la Universidad Complutense de Madrid, analista internacional y autor de “Siria en perspectiva” (Ediciones Complutense, 2019).

Introducción 

En el marco de las elecciones a la Asamblea Popular Siria, programadas para el día 19 de julio de 2020, Daniel Aguilar Viñas, miembro de OPEMAM, entrevistó a Pablo Sapag, profesor de la Universidad Complutense de Madrid, analista internacional y autor de Siria en perspectiva (Ediciones Complutense, 2019). 

Daniel Aguilar Viñas (OPEMAM). Al igual que en los comicios de 2012 y 2016, las elecciones legislativas del próximo día 19 vienen marcadas por las acusaciones de fraude por parte de un amplio sector de la oposición exiliado en gran medida fuera de las fronteras sirias ¿Cuál es su opinión en relación a estas críticas? ¿Piensa qué los comicios son parte de un movimiento orquestado y planificado por parte de AlAssad para legitimarse y asentarse en el poder? ¿O por el contrario constituyen una oportunidad para iniciar la reconstrucción del país y avanzar hacia un escenario de mayor estabilidad y apertura? 

Pablo Sapag: Las elecciones parlamentarias del día 19 de julio se celebran de acuerdo a lo mandatado por la Constitución siria del año 2012 y al cumplirse los cuatro años de legislatura de los parlamentarios elegidos en los anteriores comicios de 2016. Se trata entonces de un proceso preestablecido, previsible y rutinario en el marco de la institucionalidad interna siria y en ese sentido se demuestra la impermeabilidad del sistema político sirio a las presiones y al ruido que pueda haber fuera de Siria. En estos comicios, como en los anteriores, participan opositores internos, tanto del ámbito partidario como independientes. Otros opositores internos extra sistémicos lo hacen de manera indirecta por acción u omisión, o bien influyendo en la elección de quienes figuran como independientes en las listas o bien llamando a la no participación. Así ha sido siempre y más aún después del cambio de Constitución en 2012. De ahí que la posición del tercer bloque de opositores, el de los que viven fuera de Siria, tenga más incidencia fuera que dentro de Siria, donde su capacidad de influencia es políticamente muy limitada por no decir nula y militarmente residual y anecdótica. En realidad, una de las claves de estos comicios es que debido a la pandemia del Covid 19 se tuvieron que posponer en dos ocasiones ya que inicialmente se celebrarían en abril y luego en mayo. Ese retraso obligado por las estrictas medidas adoptadas en Siria para evitar la expansión de la pandemia en un país con su sistema sanitario destruído en cerca de un 50%, perjudica más que beneficia al Gobierno y al partido que lo sostiene. Ha sido justamente en los tres últimos meses cuando la economía siria ha sufrido su mayor deterioro de los últimos diez años, con una acusada devaluación de la lira siria frente al dólar y al euro y un proceso inflacionario descontrolado y ni siquiera padecido cuando el país vivía un conflicto armado hoy ya absolutamente residual. El cerrojazo económico que supusieron las medidas para reducir el impacto de la pandemia, con toques de queda de hasta 18 horas los fines de semana y de 12 a diario -durante el conflicto armado nunca hubo toques de queda de iure aunque obviamente sí de facto- combinado con las nuevas medidas coercitivas impuestas a Siria por EE UU y la UE y la crisis financiera del vecino Líbano, explican ese acusado deterioro económico. A ello hay que sumar el creciente desajuste entre oferta y demanda experimentado desde 2018 debido a que un sector industrial sirio bajo mínimos se vio incapaz de atender la demanda creciente por el retorno a Siria de cerca de un millón de sirios desplazados en Líbano, Jordania y otros países. Toda esta compleja situación económica y financiera afecta principalmente al Gobierno y a sus sostenedores en el Parlamento y en particular al partido Baaz. A tal extremo que hace algo menos de un mes se designó un nuevo primer ministro -Husein Arnus por Imad Khamis- al que posiblemente sustituirá otro una vez que los resultados electorales aclaren el panorama político interno y den ciertas certidumbres para los próximos cuatro años. Sólo una vez que eso ocurra podrá retomarse la reconstrucción física del país, iniciada tímidamente en 2018 y que se paró en seco por las razones ya apuntadas. 

OPEMAM: Además, desde el punto de vista informativo, estas elecciones son prácticamente inexistentes porque apenas se habla de ellas....¿Opina que van a ser consideradas ilegítimas internacionalmente? 

PS: No se habla nada de ellas en los medios occidentales precisamente para deslegitimarlas de antemano. Por eso se desconoce el hecho de que responden a la rutina institucional de Siria, con todo lo que ello significa ahora y significará para los próximos cuatro años. También se ignora la realidad de una oposición mucho más compleja y variada de lo que se cree y las verdaderas claves políticas internas de Siria. Sin embargo y en la práctica, el desconocerlas no tendrá ya ningún efecto dentro de Siria. El Estado sirio se impuso hace tiempo en términos militares pero EE UU y la UE siguen actuando como si nada de eso hubiese pasado. Como si a través de su apoyo a Siria Rusia no hubiese vuelto a ser un gran actor internacional. Rusia ha vuelto a través de Siria y lo ha hecho para quedarse. Desconocer todo eso que es tan evidente sobre el terreno es inaudito. Hasta hace seis meses atrás y aunque sin muchas expectativas, en Siria todavía había quienes buscaban un acercamiento a esos actores occidentales. Por voluntad propia o error de cálculo producto del desconocimiento de la realidad siria esos actores hoy han quedado totalmente fuera de la ecuación. A Siria la obligaron a elegir y ahora ya sólo mira a Rusia, China, Irán, India, Sudáfrica, Brasil, Argentina o la República Checa. Todos esos estados sí reconocen el proceso político sirio y son socios de Siria en la reconstrucción y en el ámbito internacional, como algunos de ellos lo han sido durante el conflicto armado. Esa es la realidad sobre el terreno, que es lo que cuenta, más aún después de un conflicto armado. En Siria las relaciones internacionales siempre se han entendido desde el multilateralismo por lo que el que una parte -que no toda la comunidad internacional- se desentienda del proceso electoral y político sirio no tiene mayor incidencia, menos aún cuando esas posiciones están muy desconectadas no sólo de la realidad interna, también de la regional y global en las que se han consolidado otros actores distintos a los del bloque que representa EE UU y sus aliados. 

OPEMAM: Entrando en materia estrictamente electoral, ¿Piensa que el partido Baaz de Al-Assad conseguirá una mayoría holgada en el parlamento como la mayoría de pronósticos vaticinan o podría haber alguna sorpresa? ¿Cómo percibe la relación de fuerzas en la escena política siria de cara a las elecciones? 

PS: En estas segundas elecciones desde que en 2012 se eliminó el artículo 8 de la anterior Constitución que daba al Baaz el carácter de partido hegemónico -que nunca único-, el Baaz conseguirá nominalmente la mayoría de los escaños de la Asamblea o Consejo Popular. Digo nominalmente porque en sus listas hay muchos independientes y representantes de las variadas corrientes que hay en un partido por necesidad hoy más pragmático que ideológico dado el retroceso del panarabismo clásico y de un socialismo que necesariamente debe adaptarse a la situación de post conflicto armado. Los candidatos baazistas han sido elegidos por primera vez en un sistema de primarias que ha arrojado varias sorpresas respecto a la posición de partida que tenía la dirección. Por otro lado, y en la llamada Lista de Unidad Nacional, los baazistas comparten papeleta con representantes de otros nueve partidos, desde miembros del Partido Social Nacional Sirio (nacionalista pansirio que ha crecido mucho durante la crisis) al Partido Comunista de Bagdash, pasando por varias fuerzas nasseristas y socialistas. Al hacer esa lista, que es solo electoral pero no de acuerdo de gobierno -se elabora en función del desigual peso distrital de cada fuerza-, y teniendo en cuenta que esta vez habrá más independientes que nunca, se han hecho ajustes que reflejan los nuevos equilibrios, no solo en el seno de un partido Baaz muy desgastado estos años, sino entre este y otras fuerzas políticas y los independientes. Habrá una entrada en el Parlamento de políticos más jóvenes, otros vinculados a las estructuras de poder informales que hay en Siria y que han jugado un papel determinante en la crisis de estos años -mujtars, líderes religiosos y tribales- y los representantes de una nueva élite empresarial no tradicional que ha nacido y crecido durante el conflicto armado y a la que las crisis financiera del Líbano desde octubre de 2019, la pandemia por Covid19 y sobre todo las nuevas sanciones de EE UU y la UE han terminado por consolidar al tiempo que otros actores empresariales más tradicionales resultaban desplazados. Las elecciones y lo que salga de ellas oficializarán un cambio importante en la estructura de poder siria. Se dejará atrás un parlamento cuya misión era enfrentar un conflicto armado para dar lugar al parlamento de la reconstrucción y el anclaje definitivo de Siria en un ámbito internacional donde EE UU y sus aliados europeos no son relevantes frente a otros actores estatales con los que muchos de los candidatos que se presentan por primera vez tienen buena interlocución y en su caso intereses compartidos. Todas esas necesidades y realidades reflejan la composición de las listas de unos y otros. 

OPEMAM: Por otro lado, teniendo en cuenta que el sistema electoral sirio solo permite una pequeña horquilla de representación para la oposición tolerada, la famosa cuota asignada a los candidatos independientes, ¿qué personalidades independientes destacaría entre las que se presentan? ¿Se permite entrever alguna señal de apertura del régimen a otras fuerzas políticas? 

PS: En estas elecciones hay muchos candidatos jóvenes, que no pertenecen a elites tradicionales sino a la transformación radical experimentada por Siria durante estos ochos años de conflicto armado. También participa un nuevo partido opositor interno creado estos años, El Camino para el Cambio Pacífico, liderado por Fateh Jamus. Se trata de una fuerza que presenta dos candidatos en circunscripciones importantes y que ha coincidido en propuestas con el Partido Voluntad Popular, fundado por el opositor interno y excomunista Qadri Jamil, y con el Partido Social Nacional Sirio de Ali Haidar. De hecho, hace unos años esas fuerzas crearon el opositor Frente para el Cambio y la Liberación. Por otro lado, cabe destacar la presencia en las listas desde líderes sociales ajenos a estructuras partidarias a periodistas e intelectuales que estos años han soportado una enorme presión por mantenerse leales al Estado, que no necesariamente al gobierno. También hay ex combatientes que representan a los desmovilizados y a los miles de mutilados. Por otro lado, los nuevos empresarios que nacieron y crecieron durante un conflicto armado tan singular como el sirio, donde los intermediarios han jugado un papel esencial, tanto en lo político como en lo económico. Hay, por último, candidatos que en 2016 no consiguieron renovar su acta parlamentaria pero que tienen mucho que decir, por nombrar solo a una, la arquitecta cristiana María Saadeh, que también representa el peso que las mujeres tienen en las listas de varias circunscripciones. Ese parlamento debería acompañar con sus leyes y controlar a un gobierno que en los últimos años se ha vuelto más tecnócrata y en el que destaca la reciente incorporación del ex gobernador de Homs Talal Barazi. Oriundo de Hama, empresario de éxito, de confesión suní -como la mayoría de los miembros del gobierno sirio-, de perfil tecnócrata y con buenas relaciones transversales, fue nombrado hace un par de meses ministro de Comercio Interior y Protección al Consumidor. Se trata de un cargo muy sensible para intentar controlar los precios a partir de iniciativas puramente estatales, como la expansión de la distribuidora estatal Suria Litiyari, la promoción de los mercados populares en los que productores y consumidores se encuentran sin intermediarios o la expansión de los productos subsidiados y cuya venta está controlada a través de la llamada Bitakat electronikat (tarjeta electrónica inteligente). Junto a ello están las negociaciones que puede mantener con los poderosos comerciantes al por mayor para que frenen la especulación. De acuerdo a la composición del Parlamento Barazi podría ser nombrado primer ministro, entre otras cosas por sus buenas relaciones con los Emiratos Árabes Unidos, que ya iniciaron el deshielo con Damasco reabriendo hace más de un año su embajada en la capital siria. Es una opción, aunque hay otras. 

OPEMAM: En estos momentos la nación siria vive una de las peores crisis económicas de su historia. En el último año la cesta básica se ha encarecido en un 111%, la OMS alerta de que más del 85% de los sirios vive bajo el umbral de pobreza y por sí fuera poco en las últimas semanas hemos asistido al vertiginoso desplome de la libra siria, agravándose aún más la situación de vulnerabilidad de millones de personas que arrastran las consecuencias de un conflicto que dura ya casi 10 años. ¿Cuál cree que puede ser la influencia de este contexto en el devenir de los próximos comicios? 

PS: De hecho, ese ha sido el gran tema de la campaña electoral. La preocupación número uno de los sirios es cómo enfrentar la difícil situación que usted señala. Todas las demandas van en ese sentido porque el sueldo medio hoy en Siria no llega a los 40 euros, habiendo perdido los sirios de manera dramática un poder adquisitivo devorado por la devaluación de la lira y la inflación. Ha habido críticas muy duras al Parlamento y al gobierno salientes. Hay un rechazo generalizado a la corrupción y al acaparamiento de productos que han hecho algunos empresarios e intermediarios comerciales, a los que en Siria se llama mercaderes o comerciantes, a veces en un tono despectivo y acusatorio, sobre todo cuando la crítica se refiere a los precios de productos 100% sirios que no deberían experimentar subidas tan acusadas como los de importación. Ello puede desincentivar la participación, que también es un dato importante a la hora de validar implícitamente esa nueva estructura y reparto de poder que salga de los comicios.  

OPEMAM: Siguiendo el hilo de la devaluación de la libra Siria y la inestabilidad económica que atraviesa el país, en los últimos días se han podido escuchar en la prensa internacional diversas voces que indican un aumento en el malestar general de la población y en las críticas hacía el gobierno incluso entre sectores y regiones que durante estos años le han mostrado mayoritariamente su apoyo ¿Piensa que estos acontecimientos pueden suponer el resurgimiento de protestas sociales masivas imitando a los movimientos que en 2011 dieron lugar al origen de las revueltas? 

El malestar ha sido creciente, pero al mismo tiempo se descomprime al canalizarse abiertamente. Los mismos medios de comunicación públicos dedican buena parte de su programación a revelar los abusos en la fijación de precios, la corrupción de determinados funcionarios o el aprovechamiento de empresarios y comerciantes. Hay un gran debate sobre cualquier medida que el gabinete saliente adopta para hacer frente a la emergencia. Ello ayuda en parte a descomprimir esa tensión. La recuperación de la lira respecto al dólar y el euro un 15% desde que a mediados de junio se fijó un nuevo tipo de cambio oficial y se adoptaron otras medidas, también contribuye si no a eliminar el malestar a contenerlo. Otro tanto puede decirse de la destitución del primer ministro hace unas semanas, que permitió ganar tiempo hasta que las elecciones ofrezcan la radiografía de la nueva estructura de poder política y económica. En Siria, por otra parte, saben que algunos de los males actuales son circunstanciales, entre otras cosas como resultado de la pandemia y el consiguiente cierre de fronteras y ralentización económica. No estamos ante un escenario parecido al de 2011, ni en términos puramente sirios ni en lo que se refiere al contexto internacional. 

OPEMAM: Y de ser así, ¿opina que la injerencia de actores externos y la instrumentalización de los movimientos civiles conduciría de nuevo hacia un repunte de los enfrentamientos bélicos y de la violencia cómo ocurrió en 2011 o esta vez el gobierno se mostraría receptivo a atender y canalizar las demandas de los ciudadanos sin tener que asistir a la agudización de acciones bélicas? 

PS: Como antes, aunque de carácter mucho menor, ha habido manifestaciones parciales, sectoriales y localizadas, no conectadas entre sí y hoy sin capacidad alguna de militarizarse tal y como ocurrió en el pasado. Por otro lado, el hecho de que la seguridad haya vuelto a casi todo el territorio sirio compensa una situación que se ve agravada por situaciones que los sirios saben puntuales, como la pandemia o las restricciones del vecino Líbano. En cuanto al Estado, hoy después de lo vivido estos años hay mayor cintura que antes para enfrentar situaciones que de ninguna manera se desconocen. En cuanto a los intentos de desestabilización exterior, existen, pero hoy adoptan una forma distinta a la de los años precedentes, por ejemplo, a través de las medidas económicas coercitivas. La violencia, sobre todo cuando es alentada desde fuera, tiene un ciclo que no es fácil repetir de manera inmediata. Por un lado, los estados que participaron en la desestabilización de Siria ya jugaron la carta militar, con el costo económico y político que ello representa. Por otro, los propios sirios saben el precio que se ha pagado en vidas y haciendas y seguramente hoy recelan mucho más que antes de determinados cantos de sirena que vienen del exterior, más aún al comprobar que pase lo que pase en Siria o se adopten las medidas que se adopten, la hostilidad no decrece. Muchos sirios interpretan y asumen que el problema de EE UU y sus aliados no es tanto con Assad como con el propio Estado sirio y los sirios, que se resisten a la fragmentación, la sectarización y el vasallaje. Contrariamente a lo que algunos esperaban, la intervención tan abierta en Siria de potencias regionales y globales ha agudizado el tradicional nacionalismo sirio, sobre todo en su forma puramente siria. 

OPEMAM: Los opositores críticos con Al-Assad esgrimen que durante el comienzo de las protestas sociales en 2011 el gobierno reprimió con violencia a los manifestantes porque poner fin a la revolución social que había comenzado y dar pie al inicio de un enfrentamiento bélico era el escenario en el que el líder alauita y sus partidarios podrían defender mejor sus intereses y aferrarse al poder. En el caso de que las críticas hacia el gobierno y las protestas sociales fueran en aumento como se ha comentado en la pregunta anterior, ¿cree que Al-Assad intentaría nuevamente aferrarse al poder a través de la violencia o cedería ante la presión social como hicieron en su día líderes cómo Mubarak o Ben Ali? 

PS: Bashar al Assad representa a un sistema de poder complejo, en ningún caso de tipo familiar, sectario o de monopartido -hoy ya ni siquiera hegemónico-. Representa un consenso entre los pocos terratenientes que aún quedan en Siria después del proceso revolucionario iniciado en 1963, los industriales y comerciantes, sindicatos obreros y campesinos y una mayoría de clérigos de distintas confesiones -empezando por los ulemas suníes- que en sintonía con la mayoría de la población no desean bajo ningún concepto la confesionalización del Estado, contraria a la esencia de la sociedad siria, que es multiconfesional. Si esa amplia alianza encontrase a otra figura representativa, entonces Assad terminaría su mandato en 2021 y no se presentaría a la reelección única que marca la Constitución de 2012. A día de hoy, sin embargo, no creo que vaya a ser el caso, entre otras cosas porque el sistema semi-presidencial sirio no pone todo el foco sobre el Jefe del Estado, que tiene algunas competencias ejecutivas, pero no todas, no lleva el día a día. Ese sistema le fue impuesto a Siria durante la ocupación francesa por lo que los sirios lo conocen desde hace décadas y saben que en muchos casos la figura del Presidente es más representativa que ejecutiva y a la hora de buscar responsabilidades lo hacen en otra parte, como se está viendo ahora con la crisis económica, donde hay críticas muy duras, públicas y abiertas a ministros y otros miembros del Gobierno. En todo caso, habrá que ver cuánto respaldo obtienen en las elecciones los nuevos poderes fácticos económicos y qué capacidad de influencia posterior tienen en una estructura política tan compleja y con tantos equilibrios como la descrita. 

OPEMAM: Por otra parte, en lo concerniente a los enfrentamientos bélicos aún continuados en Idlib, ¿Como van a incidir las hostilidades presentes en esta provincia noroccidental en el desarrollo de las elecciones? 

PS: La situación en Idlib no tendrá ninguna influencia, incluso en caso de que puntualmente se recrudezcan allí las acciones armadas. Es un foco residual, una provincia pequeña y periférica de la que el Estado ya recuperó cerca del 40% y sobre todo las vías de comunicación y en particular el estratégico cruce entre las autopistas M4 y M5 en Saraqueb, fundamental para la reconstrucción y la reactivación económica. Los habitantes de Idlib que se encuentren fuera de la Gobernación podrán votar en colegios habilitados al efecto en otras zonas del país. Los que están allí y en caso de que quisieran hacerlo obviamente no serán autorizados a votar ni por el gobierno local que dirige la rama de Al Qaeda en Siria (Hayat Tahrir al Sham/Jabat al Nusra) ni por las fuerzas de ocupación turcas. 

OPEMAM: Por último, el pasado martes 7 de Julio, durante una votación en el Consejo de Seguridad de la ONU, Rusia y China votaron en contra de prorrogar el uso de pasos fronterizos para enviar ayuda humanitaria desde Turquía hacia regiones fuera del control gubernamental. Mientras tanto Estados Unidos y sus aliados han incrementado recientemente las sanciones económicas hacia el país mediterráneo. Como viene ocurriendo desde el comienzo del conflicto sirio y cómo ocurre en todos los conflictos alrededor del mundo, el precio de los juegos de poder y de estos movimientos de piezas en el tablero geopolítico lo paga la población civil a la que se condena al exilio, el hambre, la violencia y la muerte. ¿Cree que la solución a la situación que asola a la población siria pasa por un gobierno con AlAssad al frente que dirija las transformaciones en las estructuras de Estado a través de convocatorias de elecciones como las del 19 de Julio y de progresivas modificaciones legislativas que conduzcan hacía una mayor apertura democrática? ¿O por el contrario piensa que irremediablemente cualquier intento por mejorar la calidad de vida de los sirios y sirias pasa por la salida de Al-Assad del país y el inicio de la reconstrucción del país bajo la dirección de otras fuerzas sociales y políticas? 

PS: Reducir la crisis siria a Bashar al Assad no solo es una simplificación, impide entender lo que ha pasado, lo que pasa y lo que posiblemente pasará en Siria. La sociedad siria es multiconfesional y el grueso de la oposición externa representa el ideario de la Hermandad Musulmana, que quiere confesionalizar el Estado. El islam político en Siria dejó de ser una fuerza política legal cuando se sublevó por las armas. Ocurrió en 1964 y luego entre 1973 y 1982. A partir de 2011 cooptó unas protestas con reivindicaciones tan legítimas como sectoriales, desconectadas y a veces contradictorias entre sí que también se radicalizaron al extremo de terminar siendo engullidas por el yihadismo más extremo que se ha visto a nivel mundial. Paradójicamente ello se debe a que el sistema político sirio institucional e informalmente permite la existencia de distintas fuerzas políticas y el accionar de actores extra sistémicos muy importantes y necesarios en un estado joven, como los mujtar, los líderes religiosos y tribales. Es decir, la única fuerza política real fuera del sistema era la Hermandad Musulmana que teniendo cuadros en el extranjero y apoyo exterior -algo que no gusta a los sirios, celosos de su independencia por razones históricas- genera muchos anticuerpos en muchos sirios de toda condición, más aún cuando la Hermandad no ha logrado superar la contradicción permanente que supone ofrecer respuestas políticas desde una denominación religiosa que es una más de las muchas que cohabitan en Siria desde tiempos inmemoriales. La clave de la política siria pasa por ahí. Históricamente las fuerzas o políticos que son capaces de atender a la realidad multiconfesional siria son los que obtienen, por acción u omisión el respaldo del pueblo sirio para quienes la garantía estatal a la multiconfesionalidad social es la verdadera línea roja. Eso ya se ha dirimido estos años. De no contar con un apoyo suficiente por acción u omisión -y en un conflicto armado ello es todavía más decisivo- el sistema que representa Bashar al Assad no habría podido soportar semejante presión externa. A partir de ahí el Estado continuará con reformas iniciadas el mismo 2011 y que no por silenciadas fuera de Siria han dejado de tener cierta incidencia en el radical cambio interior experimentado por un país sometido a nueve años y medio de conflicto armado brutal del que nadie sale indemne. Sobre el terreno ha habido cambios significativos que van desde el empoderamiento aún mayor de las mujeres sirias -hablamos de decenas de miles de viudas que hoy sostienen hogares- al reconocimiento del valor de determinadas estructuras informales de poder pasando por la transformación completa de la economía siria y sus actores. Si la mayoría de los sirios de a pie se han tenido que reconvertir, cambiando de ocupación, de lugar de residencia y de hábitos, lo mismo está haciendo el Estado y lo seguirá haciendo, aunque solo sea por pura inercia. Creo que el inmovilismo reside más bien fuera de Siria y en particular en aquellos que no entienden cuáles son las verdaderas claves de la estructura social, religiosa, cultural y política sirias. En Siria nunca tuvieron mucho que decir, ahora mucho menos, sobre todo si se han quedado anclados no ya en la Siria anterior a 2011, sino en la caricatura que Francia dibujó y proyectó de Siria durante la ocupación (1920-1946) sino antes. Parafraseando al intelectual cristiano árabe Edward Said, un retrato orientalista propio de la tradición maniquea y binaria del pensamiento occidental del que beben teorías igualmente pueriles y alejadas de la realidad como el "choque/alianza de civilizaciones". Dentro de Siria y después de lo que ha ocurrido estos años, pocos creen ya que pueda haber algún punto de encuentro entre esa forma sectaria y desenfocada de acercarse a Siria y la realidad interna, cotidiana e histórica de un país que hoy por una necesidad derivada de la fuerza de los hechos busca consolidar su alianza con socios más fiables y comprensivos de su realidad al tiempo que se desconecta de aquellos que han alentado su desestabilización. Casi diez años de conflicto armado de gran intensidad alimentado desde el exterior lo cambian todo. En ese contexto se producen estas elecciones y las que vengan de acuerdo al cronograma sirio.

Daniel Aguilar Viñas.